lunes, 23 de julio de 2012

Colección dos. Los 18 de las 113.

Ya hace algún tiempo, desde que comenzó la andadura de "Ubrique en Verde",
 que quería recordar algún que otro juego de los antiguos.
Al mismo tiempo teníamos una serie de fotografías que "¿a ver cómo las colocamos?"
El juego de la comba con su vaivén y la del centro saltando que viene a servir
 para colocar las colecciones fotográficas, lo recuerdamos con nostalgia.
 Nosotros también saltamos y a la vez cantamos aquello de
 "COLECCIÓN UNA, COLECCIÓN DOS..."
 Así sucesivamente hasta que perdíamos. Este juego nos viene como anillo al dedo
para exponer dichas fotos. Ya vimos la colección una, así que sin más...

COLECCIÓN DOS




En todo el mundo es conocida la fama de los trabajos artesanales de nuestro pueblo
y las grandes colecciones que se emplean para la fabricación de los múltiples artículos
que salen de las manos de nuestros increíbles petaqueros. Podríamos decir que...



Ubrique promociona todo tipo de colecciones manufacturadas. Pero nuestra colección dos
no va a ser una de las que están promocionadas, ni siquiera será de artículos de piel.



Nuestra colección número dos se guarda entre los bloques de una urbanización
construida en Ubrique hace ya veinte años.



Nos referimos a "las Ciento trece" -nombre popular- viviendas que conforman la barriada
Ministro Fernández Ordóñez que vino a urbanizar la mayor parte de la viña el Perro
por encima del  "Liang Chan Po", las cuales encierran una a una, un trabajo artesanal
que embellece con creces la entrada de cada bloque y que sólo pueden admirar los vecinos
y visitantes. Se trata de dieciocho mosaicos de cerámica, decorados con imágenes de
nuestros rincones típicos y paisajes generales del pueblo. Fueron concebidos por la artista
Carmen Loureiro en 1992 y las vamos a mostrar correlativas bloque por bloque.
Empezamos...



 Bloque 1. Calle Guindaleta desde la calle Fuentezuela.
Con la Cruz del Tajo al fondo, es uno de los rincones más plasmados
por los artistas plásticos.



Bloque 2. Calle General Sanjurjo...¡Oh, perdón, es un lapsus imperdonable! Calle Torre,
que es de retrógrados tener en la actualidad calles con dos nombres.



 Bloque 3.  El kiosco de nuestra querida "Bartola"



Bloque 4. Las escaleras que suben por Guindaleta (de nuevo) a unirse con la calle Saúcos,
a la altura del lugar donde amarraba el mulo Pedro Vázquez.



Bloque 5. Ubrique desde el callejón del Pompeo antes de construirse lo de la Rozuela.
Se pueden ver los pisos de Cádiz y al fondo el Convento. La parte de la sierra que
 recrea es por donde repecha el Camino de Ronda.



Bloque 6A.  Ubrique, casco antiguo. Vista desde el mirador de las Cumbres,
en la ruta de los miradores.



Bloque 6B. Ubrique desde los Olivares.



Bloque 7.  Detalle de un  rincón típico, de nuevo  con la Cruz de la calle Guindaleta.



Bloque 8. Corralete de la calle Saúcos.
Quiero hacer hincapié en lo fácil que le resultó a Carmen dibujar el suelo del casco antiguo
 compuesto de losas de piedras planas traídas de fuera y que sepultaron para siempre
 los auténticos empedrados típicos de Ubrique y que por su minuciosidad hubiera 
tenido mayor dificultad para realizar los trazos.



Bloque 9. Callejón del Norte.
También pudieron llamarle calle Dos Calles, en conjunción con la calle Tres Calles allá 
en la Cuatro Esquinas o los Tres Caminos por debajo del Cementerio.
El callejón del Norte se abre desde la Torre en dos callejuelas sin salida.
 Por la de la izquierda concurren los números impares y es de agradecer que 
la autora de los mosaicos obviara las sempiternas motocicletas que "adornan"
los pares de la derecha y que se van impresas en las fotografías del emergente turismo
o en algún que otro almanaque.



Bloque 10.  El San Antonio visto desde donde se posó el pajarraco en Ubrique.
Esta espadaña  es la protagonista de un  capítulo en el segundo tomo de 
"CONOCER ANDALUCÌA"
 que escribió en l992 el investigador incansable de la historia y tradición ubriqueñas,
Manuel Cabello Janeiro, nuestro padre (y no es pasión de hijo).



Bloque 11. A. El afamado peñón de la Becerra 
(sin la "estética" antena ni los perritos que la trataban de camuflar).
Cualquier día releo ese libro, "Ubrique, piel al descubierto" que escribió mi padre
 precisamente en el mismo año que Loureiro compuso sus cerámicas,
 para la promoción turística y el conocimiento de nuestro pueblo,
 seguro que en él nos cuenta las anécdotas
y datos curiosos de este pintoresco rincón ubriqueño.



Bloque 11.B. La plaza de la Verdura (sin coches).
Subiendo el callejón de Janeiro tenemos esta entrañable estampa de la peña flamenca
coronada por el San Antonio. Detrás de esta esquina de la izquierda, en el mismo año
1992 se colocó la placa conmemorativa del café que dio nombre al callejón.
 Encargada por nuestro padre tras su investigación exhaustiva del paradero de los miembros 
de la familia y que supuso la visita de innumerables personas que vinieron 
a conocer sus raíces; todas dentro del mismo árbol genealógicamente exótico.



Bloque 12.  Carmen Loureiro también quiso "cargar con la cruz" que le supondría
 representar la calle Cruz subiendo hasta el Calvario.




Bloque 13.  La Pila de la Plaza.
 En el capítulo IV del libro en cuestión, "don Manué"
-como lo nombraba cariñosamente el pueblo- considera a Ubrique como
"la villa de las cien fuentes" (las cuales estamos catalogando en el proyecto
"Conoce tus fuentes " de la Universidad de Granada- ya van sesenta) pero
es en el capítulo IX -primer itinerario: UN PASEO POR EL CASCO ANTIGUO-
 donde habla de esta fuente de Carlos III (del S.XVIII).
En la cerámica de Carmen aún no estaba el antiestético cartel
de la promoción de viviendas en la casa número 9,
que "realza la belleza" de este rincón que es la Plaza.


Bloque 14. Esta toma refleja con exactitud que hemos superado el peligro
 que supone  bajar por la calle Peligros y habiendo pasado por la Torre,
  afrontamos la decisión de continuar descendiendo por la "resbalosa"
calle Caracol, arriesgando el tipo en la empresa ardua de pasear
 por el Casco Antiguo ubriqueño.



Bloque 15. Vista general de la Plaza.
Extraída de esta postal, podemos ver en la página 103 de "Ubrique, piel al descubierto", la
fuente y el Ayuntamiento. Apunta Manuel Cabello padre que sus orígenes se remontan al 
siglo XVI pero que se reconstruyeron a primeros del siglo XIX tras la destrucción
francesa. Mientras que él llevaba años luchando por la investigación del patrimonio
histórico y etnológico de Ubrique y la comarca, para el fomento del turismo 
y el conocimiento de nuestro pueblo en el extranjero -el libro está en tres idiomas-
otros mudaron el kiosco de la Bartola y colocaron un tenderete con una I muy grande,
   el kiosco de información al turista que de bien poco sirvió.



Bloque 16.   Por este callejón siempre huele a "pescado" como si fuera 
una calle exótica de la costa. Llama la atención las macetas de la abandonada 
ferretería de Maza, insigne vivienda con dos puertas que hace esquina 
entre la calle Real y este callejón del Pescado por el que se accede a la plaza de la Verdura.
Dicha nomenclatura puede remover los jugos gástricos.

Éstos son todos los mosaicos que Carmen Loureiro realizó para los 18 bloques de 
las 113, una de las numerosas obras promovidas por la empresa municipal de la vivienda 
-PROUVISA- Fue una construcción ambiciosa que atendía la demanda de morada digna
en aquel antológico año de 1992.



Bloques que disfrutan de espaciosos contornos y que no sólo guardan ese tesoro que son 
las cerámicas de imágenes turísticas de Ubrique sino que encierra entre sus bloques 
una tranquila plaza que, como acto natural, fue dedicada a quien tanto 
promocionó el desarrollo de nuestro pueblo...



ELLOS MISMOS.

 -"¡A eso se le llama humildad!"
Y menos mal que no se la dedicaron a nuestro padre porque los que lo conocimos, no dudamos 
al pensar que no hay plaza ni calle que tenga la grandeza suficiente para albergar su
nombre. Él está muy a gusto (y por una vez) en el Ocurrris de sus entretelas
 representado en el centro de interpretación de la historia del San Juan. 



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