miércoles, 23 de enero de 2013

La madriguera de los Gambusinos

Ayer estuvimos viendo los boquetes dejando pero dejando de lado los de este tipo
 que son las madrigueras.
Consideramos que merecen mención aparte  como ésta de conejos.
No diremos su ubicación por si alguien tiene "particular" interés en ella.
Lo que sí mencionaremos es una casa histórica de Ubrique que aunque ya no exista...



quedaba ubicada en esa reja de la antigua Maternidad entre la calle San Francisco
y la del Perdón. Era la vivienda de Manuel Janeiro Cortijo y,
 las cosas de los pueblos... Como la entrada de la casa era de escalones hacia abajo,
no había mucha luz y los miembros de la familia eran cazadores...
le llamaban la Madriguera.
A la izquierda estaba la tienda de Beatriz Benítez, a la derecha la casa de Dorado y
algo más abajo, la tienda de las Piñeritas.
Aunque fuera también "madriguera", no versará sobre ella esta entrada.
¡Hoy vamos a buscar la auténtica madriguera de los gambusinos!
Y parece ser que partimos con una ligera idea.



Tenemos que investigar como es lógico, en la entrañable sierra de nuestro pueblo,
cerca del  boquete que conforma la cueva de la Vieja, por encima de la Era.



Si tiramos del zoom desde Umrica apreciaremos que es un lugar donde reinan
grandes y exóticos bloques de piedra caliza desprendidos de...



este cortado peculiar que impide continuar el ascenso con normalidad sin tener
que repechar. Para llegar hasta nuestro destino hay varios sitios pero...



elegiremos subir dejando de lado a la derecha, ese camino bien trazado
de pintura verde y blanca -ver colección una- que se dirige hacia la Aljibe.
Podremos ver el alfanje aterrazado y que sólo él sabe para cuantas "piconás"
habrá servido desde el albor de los tiempos.



También pasaremos junto al algarrobo caído que hacía contraste en su derredor.
Ya estamos impacientes por descubrir la madriguera de los gambusinos,esos animales
esquivos de la familia de los Mitonodontiformes y que sólo pueden verse de noche...



fuera de sus refugios por entre los escondites calcáreos que conforman
el ordenado caos de nuestras piedras. Hay quien cuenta que si salen de día
pueden convertirse en roca como si se tratase de una maldición legendaria.



Por eso, con la luz fuerte se protegen en boquetes y fisuras que usan de madriguera
sin embargo se sienten atraídos por la tenue luz de un farol que no les hace daño.



Así que como es de día, veremos si tenemos la suerte de dar con ellos 
dentro de su madriguera, algo más arriba.




Llegamos al cortado que es una extensión del "derrame" geológico de nuestras
 últimas estribaciones penibéticas y que viene desde el Paso Indio.
 Algo más allá de las hiedras a la izquierda, está la cueva visitable de la Vieja.
Ya iremos a ella en verano, cuando seque el tiempo.
Y a la derecha nos tropezamos pues nos da una zancadilla, con...



el Pie de Piedra. Un pelín más arriba pegado al tajo está lo que veníamos buscando.
Seguro que los Janeiros cazadores que vivían en la Madriguera cuando jóvenes, fueron
de noche a la sierra con un saco, un farol y un cencerro para dar caza a un gambusino.



La cuestión era bien fácil... El cencerro al sonar llamaba la atención 
del gambusino que se dirigía al saco abierto atraido por la tenue luz del farol.
Sólo bastaba un poco (o mucho) de paciencia.
Por otro lado, hay quien dice que el gambusino es un pez osteíctico del orden 
ciprinodontiformes (gambussia afinis), que se alimenta de insectos
 pero eso sin lugar a dudas, son conjeturas sin fundamento.
Podemos aceptar que los llamen "Gambutzí" en Cataluña o "Hazafellos" en Galicia,
no obstante todos en Andalucía tenemos claro lo que es un gambusino.



¡Ya estamos cerca de su madriguera! ¡Vayamos muy quedo!



En este mismo pasadizo y bajo estos enormes bloques de la derecha...



está la madriguera añorada. ¡Entremos a ver si hay suerte!



¡El interior es cálido! ¡Se ven algunos restos!



El techo es una impresionante losa que debería estar llena de pinturas rupestres...
¡Pero no! ¡Lástima!



De los gambusinos, ni rastro. Pero ahora que caemos, es un buen escondite para dar
un buen susto a los acompañantes de cualquier incursión.



Nos hemos quedado con las ganas de ver un gambusino igual que 
vimos una nutria en los Hurones y pensándolo bien, 
quizá sea por no haber traido el cencerro, el farol y el saco.



Es posible también que con nuestra natural torpeza los hallamos asustado y al huir,
se expusieran a la luz del día que resulta tan fatal para ellos y que los convierte,
cual Sodoma y Gomorra...



en estatuas pétreas.



Lo claro es que el gambusino deambula por los tajos de la sierra. 
No sabemos si vuela o no porque aunque todo el mundo sabe lo que son, 
nunca oímos de si alguien había visto ninguno. Lo cierto es que, si planease...



aquí tendría estupendas pistas de despegue.




Tendremos que poner como excusa a los gambusinos de esta parte
 para darnos cualquier otro día, un paseíto por la sierra.



Y por supuesto, cuando escuchemos el término madriguera no sólo debemos
pensar en los conejos u otros roedores...



sino en esos extraordinarios seres que de noche deambulan por la sierra de Ubrique,
mientras descansan sus compañeros los "dragones de piedra".


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