viernes, 17 de agosto de 2012

Avistamientos en los Veinte pilares

Ayer nuestra aventura terminó hallando el enclave de la nueva maravilla arquitectónica 
ubriqueña allá por los Veinte Pilares. Vimos con cierto estupor, la modificación urbanística
desarrollada en ese rincón hasta ahora mágico y, aunque algo descuidado, sostenible.
Pero que de los avistamientos, ni mijita. Y eso que están...



anunciados a la entrada. 
Seguimos suponiendo que serán de U.F.O.S., cual dirían los ingleses.



Lo cierto es que cerca de la fuente, podemos experimentar un avistamiento
(aunque eso no sea ningún platillo volante por mucha lata que contenga).
Mientras se nos aparece algún cuerpo extraño, 
vamos a beber del legendario manatial...



¡Oh! ¡Ahí junto a la fuente, se ve algo raro!
¡Parece...! ¿Será...? ¡No puede ser...!
¡Un extraño nerviosismo recorre nuestro cuerpo...!
¿Será por fín un avistamiento...?
¡Vamos a agazaparnos detrás de los pilones centenarios...!
¡A ver qué acontece!



Se ve la cubierta de una especie de nave en forma de pirámide hexagonal.
 Es posible que sea para surcar el espacio en los viajes astrales,
con una antena lateral, supuestamente para las transmisiones interplanetarias.
¡Da la impresión de que está despegando...!



¿Se habrán percatado de nuestra presencia...?



La extraña nave empieza a mostrar algo más...



Parece ser que son los seis propulsores que..
¡Atención! ¡Ha sacado la antena!

¿Será un cañon láser...?



¡Nada, nada! ¡Falsa alarma! 
¡Resulta que era un estético poste del tendido eléctrico!



El O.F.N.I. con sus seis motores arrancados de nuestra propia naturaleza,
sobresale con autoridad por encima de nuestra humilde fuente...



y muestra toda su estética en yuxtaposición frontal con el entorno.
Efectivamente nos hemos topado a escasos veinte metros  con un 
verdadero O.F.N.I. (Objeto Feo No Identificado).
¿Cuál será su utilidad? Y no nos referimos a la idea original para su uso.
¿Tiene el O.F.N.I. la misión intrínseca de invadir y destruir estéticamente
el entorno donde se ha instalado?



Los Veinte Pilares no logran ocultar su asombro y,  poniéndose algo colorados,
 no comprenden bien por qué han colocado tal parche en medio de su entorno.
-"¡Que se van a asustar los animales cuando vengan a beber!"



Así que sólo nos queda saber cómo se construye...
 o mejor dicho como se destruye una estampa pintoresca
 con cientos de años a sus espaldas.




Primero se elige un lugar idílico y nostálgico que podía haber perdurado a los tiempos.



Después se hace el replanteo y cimentación, siguiendo estrictamente 
las costumbres tradicionales de conservación del patrimonio.



Se forra con piedra extranjera (es más fashion que la autóctona) 
respetando con mimo el entorno...



para que los visitantes podamos comparar los estilos arquitectónicos.
Así queda terminada... ¿para siempre? la nave llamada Fealdad.
¡Parece que va a despegar de nuevo pero con una nueva cubierta...!
¡Ocultémonos!



¿Pero eso qué es...?
¿No parece que al O.F.N.I...



¡Vaya! ¡Pues sí!
¡Parece que al O.F.N.I. le ha salido un moño!
¡Qué moño!



¡Ojalá despegara de verdad y marchara al espacio a invadir otros mundos...!





Aunque lamentablemente parece que lo tendremos junto a la historia 
por indefinido tiempo. A no ser...



que sea tratado con la misma suerte destructiva que corrió el Mirador de la Viña el Perro.



Es bastante frecuente comprobar como, las construcciones que se hicieron en base a una idea
(sin entrar en calificativos), su uso a posteriori es totalmente antagónico.
Nuestro O.F.N.I. será, mientras dure, causa  y efecto al mismo tiempo.
Incongruencias de la vida.



Una auténtica monería.
Podemos certificar al final del desarrollo de este post que los O.F.N.I.S. existen.
Lo que todavía no sabemos muy bien es cual será su exacta existencia.



.

2 comentarios:

  1. ¡Estoy viendo un O.V.N.I. en la tercera foto! Ah, noooooooooo. Desilusión...es una mosca posada en la pantalla. Ora vez será. Deduzco que hay más fenómenos terrestres que extraterrestres en este mundo de "fenómenos".

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  2. Pero, vamos a ver... no será más chips sentarse en el peaso piedrolo ese bajo la cubierta-moño a contemplar el paisaje urbanístico, que debajo del feo algarrobo que había el la fuente al alcance de los goterones de melaza pringosa? Con la ilusión que habrán hecho el... la... lo... que sea, leñe. Es que os quejáis por todo, conde ya!

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