sábado, 26 de julio de 2014

La Casa de Piedra en Cortes

El tren de la vida hay que aprovecharlo en su momento porque las paradas son cortas.
Hay veces en la vida en las que se agradece que un hijo precise de la ayuda del padre.



El tren desde Granada hasta Algeciras pasa forzosamente por la estación de Cortes.



Allí espera el padre al hijo para traerlo de nuevo al querido pueblo.



El tren hizo su breve parada.
El hijo saludó al padre.
Y el padre, por el lugar del hecho,
 recordó a su padre -el abuelo del hijo.
Y los dos lo recordaron y lo añoraron.



Y rememorando, padre e hijo hicieron un alto en el camino de vuelta para recorrer
 los mismos pasos por la misma calzada que antaño recorrieran abuelo y padre...


aunque el acceso cuente con algunas curiosas y estéticas novedades
 -por aquello de la puesta en valor para el turismo, entonces inexistente.



Al igual que otrora, el padre dirigió al hijo hacia la curiosa piedra junto a la calzada.
La juventud del hijo siempre por delante, ansiosa de nuevo conocimiento.



La madurez del padre detrás, con la remembranza y actualización de vivencias pasadas.



Subidos en la longeva y solitaria piedra arenisca de considerables dimensiones,
se pueden adivinar sugestivas formas que la hacen única en porte e historia.



La huella de una antigua techumbre se abre en ángulo
 y se desliza por la roca, bajo los pies.
Pero cambiemos de perspectiva. Bajemos al suelo.



La roca original y genuina, ha sido desde tiempo inmemorial modelada y adaptada.
Cincel y martillo le dieron forma y la ahuecaron para adaptarla a la vida humana.
Delante se ven los restos de la construcción de lo que queda de la arcaica vivienda.



El hijo prueba su propio equilibrio aún latente.



El padre comprueba una vez más que el equilibrio ya no es el mismo.
¡Los años no pasan en balde!
La mejor forma de interiorizar una vivencia es fijarse en todos los detalles.
Así pudieron comprobar como ellos...



¡No eran los únicos pegados a las paredes de la singular y combinada construcción!
Si la  formicidae trepa y se integra en la gran roca...



el hijo trepa y se integra -enfocada la mirada hacia el infinito-
 en el hueco inconcluso de una iniciada segunda planta.



El hijo mira al padre y lo reta...
-"¡Ahora te toca a ti trepar!" 



El padre piensa para sus adentros...
-"¡Vaya, el circo del Sol! ¡No está uno ya para estos trotes!"
Y rechaza el desafío del hijo usando la típica respuesta para estos casos...



-"¡Vamos! ¡Ahí arriba, se va a montar tu padre! ¡Jojojo!"



Mejor pasaron al interior y comprobaron que, lo que se supone fue una 
pequeña ermita paleocristiana excavada en roca arenisca previa a la venida
del mundo árabe a nuestras tierras, esta curiosa estructura
se estuvo usando como fresco lagar donde se pisaba la uva para 
obtener buen mosto separando el hollejo de la pulpa.



Hornacinas y alféizares completan las superficies horizontales útiles.



Y como casa que se precie, no le puede faltar el ojo de la ventana con vistas y marco.



El padre piensa en las historias que su padre le contó en aquella lejana ocasión.
Las mismas que cuenta al hijo.



Y mientras, el hijo se absorta en pura meditación trascendental y generacional.
La Casa de Piedra en Cortes, además tiene un tesoro nada oculto
 y de una antigüedad menor al resto del ahueque.



La fuente, tallada en su lateral. Se nota el poder de la erosión de la lluvia
 en su parte externa aunque los arcos de la decoración aun se distinguen bien.



La decoración resguardada, al abrigo de la inclemencia...



se muestra indemne y eso que el "picapedrero" grabó a golpes pausados y armónicos, su arte...



luciéndose su trabajo artesano e inédito desde el mil ochocientos cincuenta y seis.
Y ante tal tesoro, fue inevitable posar a su lado...



tanto el hijo...



como el padre.
Ya podían continuar de camino al querido pueblo.
La historia entre abuelo y padre,  se repetía entre padre e hijo...



con la Casa de Piedra como vetusto testigo.
Una de las maravillas pétreas protegidas de aquestos lares.



Sobre ella nos damos cuenta de que es un tesoro más pero inigualable,
 de la riqueza de nuestro entorno privilegiado.
Historia y añoranza se han unido en pro de tres generaciones.



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domingo, 20 de julio de 2014

El fantasma de la Ópera y Ubrique

Nos hemos traído un exquisito recuerdo de Huelva.
Cuando se nos propuso por parte de la Escuela de Música, comenzó la ilusión.
Como miembros de la coral polifónica Ocurris Populi reconocemos
el sentirnos satisfechos de haber participado como "invitado especial"
en la representación de las dos galas del musical "El Fantasma de la Ópera",
junto a la Banda Sinfónica y Coro del Liceo Municipal de Moguer, 
más un nutrido, profesional y selecto elenco de artistas.



El viernes pasado partimos hacia tierras onubenses con nuestro 
director José Rodrigo García y acompañándonos en representación 
de nuestro Ayuntamiento, la concejala de cultura, Josefina Herrera.
La ilusión se veía en nuestras caras y tenemos que reconocer que algo nerviosillos
 por ser la primera vez que la veterana coral de nuestro querido pueblo,
participaba en una empresa musical de tal envergadura.


La suerte estaba echada. A nuestra llegada a la capital no había marcha atrás.
Llevábamos ensayando día a día, los temas que supondrían nuestra participación
en el montaje. Ensayos coordinados perfectamente a través del director
 de nuestra escuela de Música, José Luis Chacón. Ese esfuerzo era la
posible garantía de hacer bien el papel asignado; así que nada más llegar...



fotografía de rigor a la entrada del Teatro de la Casa de Colón. 
-"¡Venga lo que sea! ¡Quién dijo miedo!"



Nuestra ubicación estaba detrás de la impresionante orquesta al fondo de la escena.
Unos ensayos previos. Una última puesta a punto.
Un poco de reflexión personal para hacernos plenamente a la idea
del momento mágico que nos esperaba. 
-Del escenario, por razones obvias, no pondremos más fotos.



¡Cuánta ilusión poder estar en un espectáculo de este porte y categoría,
pero no como espectador, sino partícipes!
El primer acto no se desarrolló como lo habíamos pensado...
¡El pensamiento se nos había quedado bien corto!
Fue tal la emoción que en el intermezzo...



se produjo un rebolú fotográfico captando instantáneas de recuerdo con 
los verdaderos protagonistas del musical que, en general, más años lleva siendo
 representado en Broadway. El que más premios ha ganado. Está considerado como
el mejor musical de todos los tiempos desde que se estrenó en 1986.



Así que, siguiendo el ejemplo de nuestro director
 - que participó como tenor junto a nosotros-
y que se fotografió al lado de Carlotta, la Diva...



 cantantes y representante municipal de Ubrique no se privaron de
 unos muy buenos recuerdos... ¡Con fantasma de la ópera incluido!



Christine Daaé no dudó a la hora de dedicarnos parte de su excepcional
 protagonismo dentro la obra. Ahí la vemos junto a nuestro dire y
las sopranos y contraltos de la coral.



Y aquí podemos destacarla junto a nuestro dire y los pocos hombres,
 entre tenores y bajos, que pudimos desplazarnos para la ocasión.
¡Poquitos, pero buenos!
La función del viernes terminó y andábamos obnubilados por la maravilla.
Había que descansar. Al día siguiente otra función pero ya como "expertos".



En la noche que pasamos en Moguer se notaba que "el fantasma de la Ópera",
 había dejado huella psicológica a algunos miembros de la coral de Ubrique.




Las horas previas a la segunda función fueron placenteramente turísticas.
El pueblo de Platero y yo, nos acogió con el agrado que identifica a los andaluces.



No podían faltar las visitas de rigor a su interiorismo para la adquisición de souvenires...
Recuerdos olorosos, dulces o afrutados en tres cuartos, uno y medio o cinco litros.
Todo dependiendo del interés turístico particular.



El burrito Platero de Juan Ramón Jiménez, está omnipresente por las calles de Moguer
pero la mañana ha pasado en el mejor de los ambientes y el caminar produce gazuza.



Así que vamos arreando que es gerundio que aparte del placer de cantar,
 tenemos que disfrutar del placer de la degustación de platos típicos...



como el flamenquín extralargo que a ver quién es el flamenco que se lo come entero.



Las veinte personas que formaban parte de la comitiva de Ubrique
 para las representaciones del fantasma de la Ópera en Huelva...



estábamos en disposición de coger fuerzas. 
¡Gracias a los patrocinadores de Ubrique!
Como "barriguita llena, Dios alaba"... 




fuimos relucientes para emprender la segunda función del sábado por la tarde.
En el centro, el director de la Escuela de Música de Ubrique. Los sonidos de su trompeta 
también brillan entre las notas de los fabulosos músicos del Liceo de la Música de Moguer.



Y para un servidor, fue un verdadero honor compartir esta instantánea con el flamante 
director de la Orquesta Sinfónica, Iván Macías, en un refrigerio antes de empezar.
 -"¡Gracias Iván por aceptarnos y dejarnos vivir estas jornadas inolvidables!"



Y por supuesto, agradecer a los entrañables compañeros del coro del Liceo
 por la acogida tan familiar y cercana con la que nos han mimado.           



La segunda sesión resultó maravillosa al igual que la primera...
-"¡No! ¡Si al final nos lo vamos a creer! ¡Jojojo!"



En el período de descanso, el fantasma de la Ópera salió a buscar a las de Ubrique...



y el fantástico personaje... ¡Las encontró, con y sin la máscara!



¡Sopranos y Contraltos se arremolinaron en derredor
 pero el que está tras la máscara, se portó como un caballero!



La verdad es que había cola para procurarse un buen recuerdo de aquellos momentos
en los que Ubrique tuvo su representación en el Musical del Fantasma de la Ópera. 



En resumen, los miembros de la Coral Polifónica "Ocurris Populi"
 junto a su director, José Rodrigo, vivimos una experiencia
 inolvidable para un grupo de amantes de la música coral que viene 
evolucionando musicalmente y como personas desde sus inicios en los años noventa
 y que este fin de semana se incorporan, junto a Christine, la novia de Érik el Fantasma,
al mundo de los musicales. La relación entre nuestro querido pueblo...



y "El Fantasma de la Ópera", está servida. 
¡Quién sabe si participaremos en el estreno del musical en Sevilla, en octubre!
¡Ojalá!



¡Gracias a todos!
Y gracias a ti, dire. Ojalá tu abuelo Pepe Fernández,
uno de los mejores bajos que han pasado por nuestra querida Coral,
hubiera podido saborear estos momentos mágicos e inolvidables. 



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