viernes, 17 de abril de 2015

II-Los puentes de Madis... ¡Huy! Ubrique. 2ª parte

Al hilo de la primera parte de los puentes de... ¡Ah! -esta vez no- de Ubrique...
-una entrada especial que atiende al reto del blog de Ocurris, el de color lila- seguiremos
con esta segunda entrega con un desaparecido puente de nuestro querido pueblo...
¡El legendario puente de Morilla que sucumbió bajo el abrasivo
 advenimiento de la civilización y el progreso!
 En esta tradicional instantánea de otro "advenimiento" de tipo acuoso,
 podemos ver a dos de sus protagonistas... Detrás -con chaqueta oscura y camisa blanca-
Morilla. Y vestida de negro sobre el poyete del puente, Isabel Márquez,
 a quién conocemos por sus maravillosas y tradicionales coplas de columpio.



Ya hablamos de las variopintas estructuras que unen las dos partes
de un curso de agua. El genuino puente de la imagen fue capturado en una de nuestras
salidas por el campo en busca las cien fuentes de la Villa de Ubrique.
Es un auténtico puente de tablas de los pocos que quedan y para
poderlo ver tenemos que llegar a la fuente de la viña Rifá.



¡Pero bueno! Nos habíamos quedado en el puente de Diputación. Tras el nuevo,
se puede dilucidar aquel tradicional de Carlos III al que volveremos cuando
terminemos por los puentes que nos quedan para ilustrar estas entradas.



Siguiendo el curso del recién nacido río de Ubrique, vemos como se le suman
los sobrantes de las aguas de nuestro tercer manantial... ¡El Algarrobal!
Unas aguas que afloran en el Cogollo y pasan por el cauce soterrado.
Por supuesto circulan bajo otro puente...



¡El puente de la carretera de Cortes!



El siguiente, el puente del Solimán...
 Otra "belleza" arquitectónica, esta vez dedicada al amor.
Al fijarnos en su robusta pasamanería, se nos viene a la cabeza el tamaño.
El tamaño no siempre importa pero en este caso sí.
Al observar las barandas del puente nos hacemos una pregunta...


-"¿Quién se habrá sentado aquí?"
Y salimos prestos del casco urbano. La periferia nos espera.




Hemos llegado por la veredita estrecha al puente del camino 
del Molino de la Cruz que lleva hasta el Enriadero
-donde se le juntan las aguas del río de "Barría".



Por debajo del Enriadero, nos encontramos el que con su construcción,
se salvó un ancestral vado...
¡El puente de la pasá Portugués! 
Que lleva la carretera hasta el pantano.
Ya no hay más puentes por esta parte.
Tenemos que bajar hasta llegar junto al camino de Fátima.



Allí se ven restos de obra de sillería pero nos da que no fue un puente en sí
sino una "zúa" o represa de agua para la... 



energía potencial del antiguo batán de allí cerca, ahora desaparecido...
 ¡Cómo no!
Lo que se ve bien claro, es...



otro puente de tablas usado para cruzar al campo de enfrente. Como el cauce del río
de Ubrique es tan variable, cuando viene una riada se lo lleva por delante y luego...



hay que restaurarlo como sea.
A unos metros más abajo de esta reliquia se le suman a nuestro río,
 las aguas de otro famoso arroyo -el del charco de Mariana.
Por supuesto lo hacen por debajo de otro arco...



¡El puente del arroyo de los Cidrones! 
Río abajo no hay más.
 Para cruzarlo se usa una barca ensogada, en la cola del pantano de los Hurones.
¡Bueno! La verdad es que hay otro puente pero quedó cubierto por la aguas
del embalse... ¡El puente de la pasá de Córdoba! -creemos. Cierto día
fuimos buscando ese puente del pantano, pero las aguas tenían que bajar más.
Si queremos ver ¡¡¡Todos!!! los puentes...



no podemos olvidar éste que está en la carretera Benaocaz antes de la viña el Boniato.



Aunque los más tradicionales y armoniosos los encontramos por la carretera
de Cortes. Este lindo arco de roca labrada, es el que salva las aguas...



de otro manantial famoso de nuestro entorno... el de los Calzones del Garciago.
Modernamente acoplaron una pasarela lateral para uso de viandantes.



Algo más allá, el puente de la viña Bartolo
 -¡Cuántos recuerdos!
Y siguiendo la carretera...



más frecuentada por deportistas de toda índole...


llegamos a otro lugar de rancio abolengo que si hablara, mil historias contaría.
Junto al familiar enclave, con un nombre muy en boga en la política de nuestros días,
surca un arroyo que viene desde la sierra.



Por lo que no podemos dejar atrás el puente de la venta del Chorizo.



Y avanti, hasta llegar al legendario puente de "Barría" que aunque no sea el original
-que ya llegaremos a él- bien merecido tiene el nombre.



El "puente Barría" es todo un hito...
-¡Nos vamos de paseo al "puente Barría!
-¡Venimos del "puente Barría"!
-¡Más acá del "puente Barría"!
-¡Por encima del "puente Barría"!



Este puente nos permite enlazar con la zona sur de la provincia.
Pensamos que debería etiquetarse como bien de interés general.



Debajo encontramos los tempraneros charcos de Barría que hicieron las delicias
de furtivos baños de aventureros infantes en tantas épocas, alimentados por su Garganta.
¡Pues sí! 
-¡Por encima del "puente Barría"...!



Hayamos otro bastante tradicional...
¡El puente de la Matilla! 
Cruza por encima del arroyo del mismo nombre y 
llega hasta el pantano por la parte de Cardela.
Pero nos reiteraremos.
 Como queremos ver ¡¡¡Todos!!! ellos, vamos a entretenernos
en los dominios del Trasvase Guadiaro-Majaceite.



¡El puente de tabla del Trasvase! Por desgracia algún mentecato le arranca
los palos para hacer barbacoas o... hacer sencillamente el cafre.
Estamos en los terrenos de la ya desaparecida Confederación...



La Confederación Hidrográfica del Guadalete...
El río por excelencia de nuestra provincia... ¡Ahí queda eso!
-"¿Qué...?"
-"¿Qué no es del Gaudalete...?"
-"¿Qué es la del Guadalquivir...?"
-"¿Pero ese no pasa por Sevilla?"
-"¡Pues ya queda lejos..!"
Total, al fin y al cabo ahora se llama...
 ¡Agencia -de agenciar- Andaluza -lógicamente- del Agua -cómo si no!
Y quién sabe si le han cambiado otra vez el nombre.
Bajamos el arroyo de Barrida y llegamos a la Vega de Realejos.



Allí está el original puente de Barrida. 
Al parecer está en peligro de extinción
por unas obras que dicen que hicieron en unos acopios justo al lado...
Es el puente que continúa la subida a la cañada de los Gamonales.
Es el puente al que...



los antiguos moradores de la Alcaría y sus aledaños le llamaban
 "el puente del camino del final".



La explicación de esta peculiar y perdida nomenclatura, es bien fácil...
Es el que quedaba al "final" para cruzar al otro lado antes de que construyeran...



¡El puente de los Cuatro Ojos!
Otro bastante famoso en el elenco de nuestros puentes.
Pero antes de pasar esas emblemáticas arcadas y en plena Vega...



sería una pena dejar atrás esta joyita que... 
¡A saber de la etimología del puentecito de la Vega Realejos...!



Salva las aguas -cuando las hay- del arroyo del Garciago y como es un curso
estacional, normalmente corre escasa bajo el coqueto arco. 



Pero cuando el Garciago "revienta" lanza sus impetuosas aguas...



y nuestro "chiquito pero matón" antiguo puentecito, se la traga toda.
Nuestros antecesores tenían una gran capacidad de cálculo entre
el "arco" y las posibles avenidas de agua.



Cuestión que no dilucidan los modernos "ingenieros" 
que construyeron el aledaño puente nuevo.



Siempre que llueve fuerte, el centro del Curtido se queda aislado por esta parte del camino
y mientras el viejo queda airoso, el nuevo de transforma en catarata.



Al puente de los Cuatro Ojos se le añadió no hace mucho, 
una pasarela peatonal anexa.
¡Un nuevo puente de tablas...!
Y llegamos río abajo hasta otro maltrecho hito en nuestros puentes...



¡El puente "romano" del Naranjal!
¡Toda una pena...! ¡Sin más comentarios!
De ahí al Enriadero, el curso llega a fundirse con el del río de Ubrique.
Rebobinemos. Recapitulemos.
Vamos ahora a uno que dejamos atrás.



¡El puente de la Matilla!
Un puente lleno de vida.



De vida y de esperanza de nuevas vidas bajo su espectacular arco de rocas labradas.
El arroyo de la Matilla pasa perpendicular a una antigua cañada. 
Arcaicas y misteriosas rutas...



que unían las poblaciones de nuestros ancestros. 
Deambulando por la cañada de Jimena y 
junto al nuevo camino de la romería, nos encontramos...



con otro "puente romano" junto a la finca de la Báscula. 
¡Lastima ver tanto deterioro...! -y "lastima" sin tilde.
Llegamos a la vega de los Pastores -otro lugar familiar de Ubrique.



Allí encontramos el coqueto puente privado de los Bohórquez...
Y ya, haciendo su llegada al pantano de los Hurones...



el afamado puente del charco del Mennuco que deja la antigua 
carretera de Algar para introducirse en el mundo mágico de Cardela 
-en pleno Parque Natural de los Alcornocales.

Se acabó la lista. El reto creemos que ha sido superado con creces.
¡Un día de estos haremos el recuento...!  
Por hoy descansaremos de tanto deambular.



Pero antes de cerrar del todo las dos entradas de "Puentes", ésta y
 haremos hincapié en uno que tiene un significado muy íntimo 
para el gran pueblo laborioso de Ubrique.
 ¡Es un puente histórico y especial!
Y a nuestro entender representa todo el sentido intrínseco del sentir popular.
La zona de ese puente, quedó plasmada para siempre en esta genial litografía
si bien, esa zona en la actualidad, tiene otro nombre. 
Es un puente del que gusta disfrutar a todos los nacidos
 o bienvenidos a aquesta nuestra Villa -vuestra Villa. 
Un puente que todos añoramos pasar.
Un puente que resume toda la tradición del Ubrique de las Petacas.



Por supuesto no estamos hablando de la ferretería de Conchi y Antonio -¡Y Esther!



Ni tan siquiera hablamos del puente de Carlos III.
¡Faltaría más!
Estamos hablando...



¡Del Puente del Petaquero!
¡Del veintiocho al treinta y uno de mayo...!
En los que se celebra el día del Petaquero.
¡Un puente sagrado en el que nuestro "motor", descansa...!
Está representado en "esa zona" y por esta estatua. 
Una obra de arte inédita del mismo escultor que la de la Guardería.
Un artista que exteriorizó su pensamiento bajo el mecenazgo
de la ya desaparecida caja de ahorros de Ronda.



Una estatua que está viviendo estos días la profunda remodelación 
de su ubicación. La estatua del Petaquero nos lleva inexorablemente
al último puente de la lista. ¡Hala...! Ahora a contarlos y a comentarlos...
¡El que lo desee...!




.

1 comentario:

  1. Jeje, pero superado con creces, hermano!!! No sé cuántos te habrán salido, aunque seguro que más de veintiuno.
    Por cierto, estoy intentando saber cuál me gusta más, y, aunque el puente del petaquero me tira y el de Carlos III es un superviviente admirable, el puente "romano" del Naranjal sigue siendo mi favorito.
    ¡Ojalá se apiade de él alguno de nuestros dirigentes!
    Bordada la entrada, hermano, ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar