El cine en Ubrique

La tradición cinéfila (siempre nos gustó sentarnos en las "filas del cine")

en Ubrique posee un abolengo que se pierde en los albores de los tiempos modernos.

De todos es sabido que nuestro pueblo es en sí una película de fantasía y aventuras...

¿A quién no le ha gustado ir al cine a ver una buena película?

¿Cuántos estában enganchados a las sesiones del Capitol,

 lo de Juanita o los cines de verano al aire libre?

¿Con cuánta ilusión nos disponíamos siempre a recibir una entrañable sesión de cine?

Bastaba una pantalla que se fuese llenando de ilusionantes imágenes en movimiento

para dejar correr la imaginación y las emociones. Era una sensación vibrante de

máximo vilo cuando en el momento de más agobio, llegaban los buenos.

Existe un blog hermano de éste llamado "el cine en Ubrique" que comienza diciendo...

"Las primeras películas en Ubrique pudieron verse en los años 20.

 Los ubriqueños llevaban sus sillas a la Plaza y se proyectaba sobre la fachada de la Iglesia"...

Es muy probable que ésta fuese esa fachada que se comenta que acontecía

hace ya más de setenta años. Cuentan las longevas sobre la primera película...

 emitida sobre esa pantalla junto al casino que fue "Molinos de Viento"...

¡A saber la historia que trataba en blanco y negro! 

Según nos cuenta nuestra madre octogenaria que asistió al evento cuando tenía doce años.

En el blog hermano continuamos leyendo...

"Más tarde, a principios de los años 30, se abrió el Salón Siglo XX, 

como un cine de verdad, con palcos y platea".

El día que podamos convencer a la heredera del intacto Salón,

expondremos su interior de la calle San Francisco número catorce.

Por lo pronto tendremos que conformarnos con la vista de la entrada renovada del local.

Cuentan que posee aún los auténticos frescos del techo y toda la filigrana

propia de la época. Después se proyectaron películas...

en el Salón Moderno sito en la Plaza de la Verdura, ubicado donde está actualmente,
la peña flamenca bilingüe.

Hay alguien de ochenta y cinco años que nos ha recordado que 
después se instaló allí mismo, una tienda de ultramarinos.

En esta imagen de los años cincuenta del siglo XX, 
cedida por gentileza de "Ubrique en el recuerdo",
se puede ver detrás de la cruz, el referido edificio perfectamente,
del que podemos añadir que aún se mantiene igual a nuestra vista pero... 

que en los años diez del siglo XXI, no se puede apreciar desde

 la misma perspectiva... ¡Los coches nos lo impiden!

En el blog hermano se comenta que..."Entre 1938 y 1950 se repartían 

octavillas por el pueblo con fotografías de actores y actrices o con carteles 

de las películas que se ofrecían en las distintas salas. Muchas de ellas 

tienen nombres de salas de Jerez o Sevilla, pero fueron repartidas en Ubrique".

Y así es. La presencia de cines en Ubrique era patente.

 Hubo otro local junto al puente de los Callejones 

que tenía en el escenario un piano parecido a éste.

Pero se cerró. Era más rentable un bloque de pisos en un Ubrique en expansión, con  una real 

sucursal bancaria en sus bajos que una vieja sala de proyecciones de historias ficticias.

Cada vez que por fuerza nos enfrentamos contra este invento municipal en el 

mismo sitio, nos viene a la memoria el haber estado en alguna ocasión de

pequeño, en el cine Cristina o María Cristina -su nombre original.

Por lo menos en este moderno pseudo cine al aire libre,

 podemos comprobar aquello que Ubrique en verde anuncia a bombo y platillo 

que nuestro pueblo es una verdadera película de fantasía.

Y hablando de cine con el raso cielo como techo, allí cerquita y casualmente donde

en la actualidad hay otro bloque de pisos con otra real sucursal bancaria en sus bajos 

y que hubo una gasolinera delante...

estaba la entrada de acceso a uno de los tres cines de verano que tenía Ubrique.

Una gran explanada con una pantalla, en la que sentados en "confortables" 

sillas plegables de madera disfrutábamos de frescas y 
extraordinarias veladas cinematográficas.

El cine  Avenida fue suplantado por un almacén de bebidas sobre el que se construyó 

a posteriori esta edificación que relegó al ostracismo otro cine en Ubrique.

Un segundo cine de verano estaba en el centro de los Callejones.

 Fue uno de los que más duró pues se techó parte del recinto y 

se adaptó como discoteca de gran éxito.

El pueblo lo llamaba cariñosamente el cine Juanita. 

Aunque aún perdura la fachada original, actualmente en su interior 

podemos comprar buenos artículos de piel ubriqueños

pues se preparó como tienda de venta de nuestro producto primordial.

La casualidad quiso que el verde y blanco de la bandera de Andalucía, luciera

en una farola delante del verde y blanco de la fachada del cine Andalucía.

Fue el penúltimo cine de verano que cerró y aún está habilitado como aparcamiento

para una parte de los múltiples vehículos que pueblan nuestra villa.

La casualidad también quiso que Ubrique en verde lograse entrar por la puerta abierta...

y plasmar el recinto en toda su amplitud y sin los habituales moradores.

 Está igual que antaño con la salvedad

de que el suelo empedrado original fue cubierto de alquitrán.

¡Cuántas películas del Oeste rodadas en Almería, nos tragamos 

en las jóvenes noches ubriqueñas, proyectadas sobre esta vieja y demacrada pantalla!

Era la época del Paso Indio.

 

¡Qué nervios en la cola para comprar la entrada en la ventanita de la reja!

El cine Andalucía es tan antiguo que aún conserva en la fachada la señal de

"peligro, niños" que el ayuntamiento de la época mandó instalar encima de la taquilla

cuando en el año sesenta y tres se inauguró la escuela de los Grupos.

Pero aún se conserva y es recuperable el colosal cine Capitol... Una sala con dos alturas

y un gran escenario, de la que podríamos contar innumerables anécdotas
sucedidas bajo el balcón de la segunda planta.

 Estuvo muy presente en nuestras vidas. Era también propiedad de Juanita;

 mujer emprendedora y entrañable que cuando nos faltaban algunas perrillas 

para la entrada, ella, mirándonos la mano para ver el dinerito que traíamos, 

lo cogía diciendo..."¡Anda, entra!" 

¡Juanita, gran mujer!

El cine siempre costaba lo mismo y cuando llegaba la feria,

 le subía un poquito y así mantenía el precio hasta la feria siguiente.

En un atril de madera con baldas, se clavaban escenas de las películas que

 se iban a proyectar. La última "cartelera" que se expuso al público y
 que duró más tiempo fue la de "¡Cerrado por obras!" ¡Lástima!

El cine Capitol tambien cerró. Ahora sólo está habitado por nidos de barro en la fachada.

Lo último que se celebró en ese apropiado y añorado local,

fueron los primeros carnavales oficiales allá por los años ochenta.

En aquella época surgió cierta inquietud popular para intentar recuperar el Capitol pero

poco a poco inevitablemente los cines de Ubrique fueron cayendo. 

El Beta y el VHS imperaban en las casas e iba decayendo la necesidad del celuloide.

El cine en Ubrique, además del teatro, las actuaciones de chirigotas,

 homenajes, conciertos y un largo etcétera de actos culturales, 

quedaron recluidos en la Escuela Redonda.

Pero ese lugar no deja de ser un sencillo salón de actos de instituto de secundaria.

No nos queda más remedio que acatar la realidad.

Visto lo visto, podemos afirmar que el cine en nuestro pueblo ha caído, 

tal y como lo dice lo que queda del rótulo del cine Capitol y a él nos remitimos.

Lo que pasa es que lo pone en el lenguaje andaluz que tanto nos gusta...

El cine en Ubrique ha "caío" a pesar de que verdaderamente...

 Ubrique es... ¡de película!

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