Siempre nos gustó tradicionalmente, sembrar plantas en los lugares más inverosímiles
y así de rebote, darle a las cosas una segunda oportunidad
(pudimos haber empleado igualmente la palabra "indiferentes"
ya que ambas son palabras "sinagogas" pero nos quedamos con
la primera -inverosímiles- pues nos parece como más adecuada al contexto).
(pudimos haber empleado igualmente la palabra "indiferentes"
ya que ambas son palabras "sinagogas" pero nos quedamos con
la primera -inverosímiles- pues nos parece como más adecuada al contexto).
O sea que eso de reciclar es una cuestión necesaria y viene desde antiguo.
De todos es sabido -aunque no practicado- que el reciclaje es darle esa segunda oportunidad
a los objetos cotidianos que abundan en nuestra vida. A veces nos coge un poco lejos
el contenedor amarillo y preferimos usar lo que ya no nos sirve...
para sembrar cualquier especie vegetal que pueda ser plantada.
Unos clavelitos en una vieja olla "colorá" quedan la mar de monos.
Y como la primavera ya llegó rabiosa con tanta ¡agua va!,
habrá que tener cuidado con las ortigas de gato, como me pinches te mato.
La idea de esta publicación fue de nuestro amigo comentarista Petenor,
un día que nos entregó una serie de fotos de móvil que había realizado
en una planta de Reciclaje, las cuales pasamos a mostrar.
Todo tipo de cacharritos usados a modo de maceta.
Tapones de detergente...
tapones de suavizante, bombillas...
todo ordenadito en estanterías.
Nos llamó poderosamente la atención el hecho de que a tan curioso fin,
incluso hasta los caracoles servían para dejarlas plantadas.
Las frágiles bombillas fueron una idea luminosa de reciclaje en verde
como el mismo Petenor definió...
trayéndonos a la memoria el haberlas visto así guindando,
en un tiempo y en un lugar determinados, antaño.
Hasta una simple caja de crema tiene una curiosa y atractiva segunda oportunidad.
Mejor así que no terminar en la basura común como se está sospechando en
nuestro pueblo últimamente que acaba el contenido de los contenedores amarillos.
Reciclaje en verde no es precisamente aporcar una maraña de alambre roñoso
a la pata de un acebuche para que el árbol tome un aporte de mineral de hierro extra, no.
¡Ese no es el tema de la disertación de hoy!
Tampoco lo es el hecho de que le crezcan eneas a un depósito abandonado.
Y es que los que queremos un mundo más limpio y agradable donde vivir,
siempre tendremos en mente la sempiterna pregunta...
¿Qué hacemos por ejemplo, con los neumáticos en desuso?
Quemarlos ciertamente es un atentado cruel al medio ambiente.
Usarlos como asfalto es un buen recurso pero al parecer algo caro e
insostenible en estos tiempos con la crisis andando suelta por ahí.
Podríamos tirarlos vílmente y esconder la mano,
sin problemas de conciencia pues el que haga eso, no la tiene.
O bien podríamos colocarlos ordenadamente en hileras bien estructuradas,
sembrando en cada hueco un verde especimen ornamental distinto...
formando un parterre cuanto menos pintoresco que provoca división de opiniones.
El recicle en verde nos puede ayudar a dar un toque de notoria sencillez
a nuestros rincones escondidos en el pueblo.
Otro ejemplo sería que como ya no hay tiempo,
ni es rentable hacer un pilón labrado en dura roca...
bien sirve para ese cometido una reciclada bañera, a la cual suplantó seguramente
un plato de ducha, para hacer una decorativa fuente rústica.
Las podemos encontrar en solitario...
o dispuestas en batería como abrevaderos para los animales.
¡Quién les iba a decir a las bañeras que después de llevar tanto tiempo acogiendo nuestros
desnudos cuerpos que terminarían sus días con los hocicos de las vacas dentro!
Y hablando de baños...
aún anda por la mente de muchos ubriqueños cuando nos podíamos bañar en el Enriadero.
Allí nos vamos para ver hasta donde somos capaces de llegar con la práctica
literal del recicleje en verde...
Podemos delimitar parte del escaso margen de la ribera,
usurparlo y darle una segunda oportunidad a esa tierra "inservible"
aún a riesgo de que en la próxima riada como la de hace unos años,
tengamos que recoger las bañeras porque se fueron buscando el puente del pantano.
El reciclaje en verde nos puede servir para que no aparquen los coches donde no deben.
Es el supuesto reciclaje educativo.
otra utilidad a los objetos más insospechados.
¿Qué albañil en paro no tiene un poco de perejil en la cubeta de la mezcla
para San Pancracio y así ver si le sale trabajo de nuevo?
La muestra de hoy quiere ser un reconocimiento a las personas que con imaginación
practican eso que ayuda a nuestro pequeño planeta a sobrevivir...
personas que piensan que debemos cuidar nuestro mundo porque es el único lugar
que tenemos para poder reciclar o no. Todo depende de la idea personal.
Lo que sí es cierto es que si no ponemos todos "pié en pared", nuestra aldea global
terminará siendo tan efímera como este simulado huertecito del Portal Viviente.
(Nota de noviembre)
Cuando nos dimos una vuelta por Arcos, capturamos algún ejemplo más
de cómo volver a reciclar unos neumáticos en desuso.
(Nota de noviembre)
Cuando nos dimos una vuelta por Arcos, capturamos algún ejemplo más
de cómo volver a reciclar unos neumáticos en desuso.
No está mal...¿Verdad?
.
Por un lado, ya lo propuso Federico:
ResponderEliminarVerde, que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
Y por otro, aquel simpático arqueño de la calle Maldonado, 14, que sembró tan ecologingeniosamente. Yo tan sólo soy un mero... un mero!
Aprendamos de los dos