Ayer se celebró como tradicionalmente se viene haciendo, el dia de la fiesta local
dedicado a los trabajadores y trabajadoras de Ubrique a quienes representa
esta estatua ubicada en la rotonda de la Plaza de la Estrella.
Una fecha importante por su significado y un descanso bien merecido por el carácter
de la marroquinería. Es un dia laborable en todas partes, así que muchos
habitantes de la localidad aprovechan para hacer algún "mandao" fuera.
Con un banquillo como asiento de trabajo, de ocho a ocho (del sueldo ni hablamos) y
mirando a una losa con la tarea por delante, Ubrique entero se siente como prisionero
de su destino. Un día como el que se celebró ayer es para...
rutina diaria. No íbamos a ser menos, así que ayer aprovechamos para ir a Cádiz
a recoger un papelito y ya de camino le daríamos un vistacito al Piojito
que montan los lunes. Primera parada, desayuno en la Venta Calderón
de Arcos (donde tiramos esta foto) y como no, los primeros saludos a
paisanos. Vimos a Fernando con su mujer y a la familia Chacón.
Unos iban a la playita y otros de compras. Lógico.
Ya se habrá notado que echamos la cámara por si podíamos hacer alguna foto interesante
para Ubrique en verde. Después de Arcos cogimos carretera y manta hasta Cádiz.
Que lindo el lago de Arcos y el Santiscal.
No estábamos dispuestos a hacer un reportaje turístico de Cádiz, pero sí alguna que
nos llamara la atención como ésta de la puerta del arqueológico de Cádiz
que tanta relación tuvo con nuestro padre. Ahí se guarda parte de nuestra
historia, cuando hablábamos latín en el Salto de la Mora.
Y no es que los moros hablasen ese idioma, es de cuando éramos
romanos en Ocurrris hace la friolera de 2.000 años aproximadamente.
(Es que siempre el pueblo ha nombrado "obra de moro" a cualquier tipo de resto arqueológico)
Recogimos el papelito y decidimos bajar por las escalinatas del magnífico
edificio donde estuvimos. Es más gratificante que el ascensor
porque estas estructuras no se ven por Ubrique.
Sacamos el coche del parking (que significa "dos reyes", en español) y fuimos a
la zona de la Barriada de la Paz. Nos llamó la atención la altura de esta
araucaria. En Ubrique las hay pero no tan altas,
como ya podemos ver en árboles exóticos.
La Bahía se mostraba como siempre, impresionante, y da que pensar
la decisión de no terminar el nuevo puente con eso de la crisis para este
año tan importante en nuestra capital. Pero a lo que vamos...
a lo largo de toda la avenida que corre junto a la Bahía, los puestos de todo tipo
de "cosas" se enfilan a doble banda. Cada vendedor a su manera intenta
llamar la atención sobre sus productos. Unas vociferan:
"A trejeuro, los comodone (zapatillas de esparto). A trejeuro."
"Compra mujé, que a este muchacho le hase farta er dinero."
Gritaba otro subido a una caja de cerveza.
Todo el que pasaba miraba encima del toldo para ver qué era eso de
la segunda planta. Creo que no hace falta explicar cual era la mercancía a la venta.
Con la gente arremolinada alrededor de montañas de prendas a las que llaman
"rebuscos a dojeuro o a trejeuro"; "¡ vamos niña, regalao!"...
entran ganas de mirar hacia otro sitio. El horizonte en nuestro pueblo es muy
breve; de momento la vista alcanza la sierra o el monte, así que es de agradecer
esta amplitud de visión. Se nos ocurre la letrilla del Selu con los Enteraos:
"Las obras que están haciendo en el nuevo puente,
la están haciendo mu malamente..."
Y la verdad es que queda bastante. Parece mentira que la mente humana
pueda superar cualquier tipo de obstáculo. Enhorabuena a los ingenieros
que piensan y a los que realizan sus sueños.
El famoso Piojito gaditano continúa en ebullición como cada lunes y como no, allí
también nos topamos con "gente Ubrique". Saludamos a Gago y
nos contó que estaba echando el día por allí como buen ubriqueño.
Otro que también vimos, pero de lejos, fue a Domingo.
E incluso echamos un ratito con Beatriz y su familia.
Aquello parecía "el Corte Inglés" de Ubrique.
El Piojito de Cádiz tiene una gracia diferente y te puedes
divertir de lo lindo aunque no encuentres nada que te guste...
Pensemos si tiene gracia o no.
A ésto se le llama, "garantía de satisfacción o le devolvemos"... ¡Eso!
Dejamos Cádiz. Antes de la partida pudimos captar esta imagen para los
"carteles para pensar" de Ubbrique en verde
(Anda, leámoslo otra vez que no pone "Muebles Avenida".
Que tiene un puntito entre la A y la M)
Como ibamos de regreso con algo de tiempo, paramos en un sitio
que conocen muchos ubriqueños...
Tiene su agua, pero no es playa.
Tiene su molino, pero no es la Mancha.
Estamos junto al mesón de la Molinera, en el Santiscal
de Arcos de la Frontera.
Hemos venido a visitar un paraje natural.
Como el pantano de Arcos no lo vacían (al contrario que con el de los Hurones en Ubrique),
se han desarrollado en su cola suficientes carrizos como para dar cobijo a las numerosas
aves que viven entre ellos.
Con paciencia se pueden observar dichas aves...
Pero no vemos ninguna.
El lugar es apropiado para que lo visiten las personas amantes de
la naturaleza. Lo único es que a nuestras espaldas hay una de esas
tantas urbanizaciones que quedaron paralizadas cuando
"explotó la burbuja". Jamás en la vida se conoció una burbuja que
hiciera tanto daño a tantas familias.
En los Carrizos se respira tranquilidad. Justamente al lado de donde se instaló un
observatorio de aves de todo tipo, si es que puedes verlas...
los arqueños han sembrado árboles para recordar que a muchos hombres
hay que "reñirles" por su cruel comportamiento hacia sus compañeras.
Sólo hay un viaje eterno y ése esperamos que llegue mientras más tarde mejor.
Por eso hay que volver tras la mole gris y gigante de la Sierra.
Esa querida sierra que cobija las inquietudes y el día a día de los aguerridos
guerreros de las Petacas que con su incansable labor, hacen que Ubrique
prospere y los que no nos dedicamos a la industria de la Piel, podamos vivir
en un pueblo digno y puntero entre los Pueblos Blancos de Cádiz.
Antes de llegar a Ubrique, paramos un momentito en la antigua carretera
del Bosque a Ubrique y captar la imagen de este cartel indicativo que se
colocó en los años setenta y que corrobora lo del Museo de Cádiz.
(Nombramos a la Ciudad Romana con tres erres, Ocurrris,
porque nos apropiamos de la que tiraron por ahí)
De los 18 Km que ahi pone, a los 12 Km que dicen que hay ahora, nos quitaron 6 Km
de curvas cuando hicieron la carretera nueva. Pero no nos pusieron el carril de vehículos
lentos en la variante de la Variante (de Los Barandales hacia arriba) y cuando
toca camión parecemos mamá Pata con los patitos detrás.
Bueno, paciencia que al llegar a Ubrique, hay que seguir celebrando el día del Petaquero.
(Si quieres ver que ocurrió el dia del Petaquero de 2013, pincha aquí)
.
6666!!!!
ResponderEliminarMira qué número más redondo te ha salido esta tarde, hermano...
¡Enhorabuena!
Hola Manolo, me dicen que te gustaría saber qué tipo de aves es posible encontrar en el carrizal del Paraje Natural Cola del Embalse de Arcos, que nos muestras en este reportaje (por cierto muy bueno, tal como nos tienes acostumbrados): es posible encontrar somormujos, zampullines, calamón, focha, polla de agua, garcillas, algunos tipos de patos, etc creo que incluso en ciertas épocas es posible ver algún que otro cormorán. Un saludo, tu tocayo Manolo.
ResponderEliminarGracias, Manuel. Tus aportaciones en el blog son siempre enriquecedoras y amplían el sentido
Eliminarde la existencia de Ubrique en Verde. Entre esos nombres hay algunos que casi inciden en la raya de la censura. Como ya conoces mi sentido del humor, te diré que el que no conozco es el etc. Debe ser una especie en peligro de extinción y muy difícil de ver. Bromas aparte, agradecerte de nuevo tus valiosas aportaciones. Un afectuoso saludo. Tu tocayo.
Me encanta tu blogs, no tengo palabras, gracias
ResponderEliminarSí que tienes palabras, Fran. Las has usado para decir "me encanta tu blog". Anímate a usarlas todas y sumarte a los que agradecemos a este bendito loco, que es Manolo, que siempre nos esté poniendo las pilas. Un saludo y birras (si eres mayor y bebes)
EliminarEntre vistosos colores de pieles curtidas
ResponderEliminary ancestrales olores a cuero
con callos en los dedos y la espalda molida
da forma a los pellejos "EL PETAQUERO".
Con todo mi cariño y respeto al que desempeña este noble oficio.
Entonces, ¿la pareja de petaqueros, desde el san Antonio voló sobre el santiscal hasta el museo de las escaleras para ver araucarias, pivotes en el mar y mercadillos en la 2ª planta del puen- con piojitos en el chochete, bricomuebles y rodelas de piedra en el molino del parque entre carrizos (tres) en el bosque de las mujeres con san Cristóbal en el cartel, o a saludar a un tal Calderón, a la mujer de Fernando, a la familia Chacón (yo no fui), a dos reyes y una tal Paz de la barriada, a un tal joSELUis (yo no fui), a unos ingenieros, al Gago, a la familia de Beatriz, o incluso a una molinera en unos barandales variados, eh? Qué ocvrrrrrencia...
ResponderEliminarDespués de la ocurrencia de Petenor (se pinta solito) me he quedado sin nada que decir. Bueno sí, que me ha encantado el post, y que si me das permiso para poner la foto del "chochete" en mi feisbu, con nombre de autor, claro.
ResponderEliminarQué bueno eres, Manuel.