Por fin Ubrique pudo crujir sus gamones. Desde bien temprano del dia cinco todos los barrios
se pusieron manos a la obra.
Como vecinos de la Plaza de la Verdura, tuvimos el privilegio de comprobar los
intríngulis preparatorios para tan importante evento.
Toda la tarde estuvo lloviendo...
lo que dificultaba sobremanera, los preparativos.
Cualquier recurso valía para protegerse de la lluvia.
No se podía parar, los gamones ocuparían su puesto inexorablemente,
con lluvia o sin ella.
Las flores, la madera, la indispensable barra para las "provisiones".
La Plaza de la Verdura iba tomando el aspecto necesario para acoger a
los centenares de personas que aquí se congregan el día de los gamones.
Así que un descansito venía bien para reponer fuerzas.
Se nota que este año ha habido un cambio en la fecha de la celebración.
Por lo visto se ha hecho para fomentar el turismo y así de camino, los estudiantes
pueden quedarse más tarde, al no tener al día siguiente escuela.
No paraba de llover, pero la esperanza nunca se pierde;
estaba anunciado que escamparía a la hora de encender las candelas.
(Arriba a la izquierda, vemos un rezagado, pese a la prohibición de aparcar.
Lo único que puede pasar es que le crujan los gamones en el capó.)
Todo luce hermoso: con "atractivo turístico".
En el callejón Janeiro que da acceso a la Cruz, está la entrada de...
la sede social de la Plaza de la Verdura. Lo forman un grupo...
de personas que se afanan en promover y organizar numerosos eventos
para nuestra localidad en este privilegiado enclave.
Aparte de la viandas, están los adornos y por supuesto los gamones.
Protagonistas principales del día de las Candelas en las Cruces de Mayo.
Allí, a buen recaudo y protegida de la lluvia estaba la leña; la buena...
El columpio tradicional, en espera de ser instalado...
Y el "ollón" de "papas aliñás".
Donde antaño estuviera ubicado el Café de Janeiro, la sede se convierte temporalmente
en un local en el que se sirven bebidas y no café precisamente.
Paraguas en mano, las personas van entrando a la fiesta.
El fuego poco a poco nos reconforta.
Los gamones serán sacrificados como en un rito ancestral.
Los pixelados de algunos rostros son totalmente naturales.
Esto no ha hecho más que empezar, seguro que dan las siete de la mañana
escuchando los "trallazos" del crujído de los gamones.
Mientras el columpio no paraba su vaivén...
los pequeños afianzan el aprendizaje del arte legendario.
Y los padres enseñan a su prole para que la gran fiesta de Ubrique nunca se pierda.
¡LARGA VIDA A ESTA TRADICIÓN INIGUALABLE!
(y la cervecita que no falte)
Lo sentimos, pero...
"NO TODO EL MUNDO PUEDE VIVIR EN LA PLAZA...
DE LA VERDURA"
.
Allí estuvimos, disfrutando de la candela de la Plaza de la Verdura, aunque la lluvia nos tuvo amenazados hasta el último segundo... Además, este año el complemento de la simulada "invasión francesa" ha sido el broche perfecto para una fiesta que ha lucido magnífica como nunca. Gracias por compartir estas fotos.
ResponderEliminarQue bien lo habeis pasao! Me gustaria vivirlo! Y la gente participa! Aqui donde yo vivo, la gente se asoma para ver, no para participar, una lastima. Asi se pierden las viejas tradiciones.
ResponderEliminarSalu2
hola Manolo, sólo una cosita, más bien una autocrítica a la fiesta; pienso que tenemos que cuidarla, en detalles como la madera que se quema en las candelas; una cosa es aprovechar y quemar enseres viejos y otra cosa es la imagen que se da con ese montón de enseres que más bien parece un vertedero; creo que se debería retomar lo de la recogida de leña, no de muebles viejos, que afean el sitio; y por no hablar del pestazo a barniz "quemao" y ni pensar los tóxicos que nos tragamos con el humo, provenientes de los barnices y pinturas de puertas, muebles, tarimas, meses, et.. creo que si queremos dar una imagen bonita al que viene de fuera, debería haber un montón de leña y no un montón de muebles.... En una de las fotos de este reportaje se ve una plaza de la verdura que más bien parece la planta de Bioreciclaje.... saludos Manué.
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