martes, 20 de agosto de 2013

Cómo hacer monumentos con cerillas

Ubrique en verde siempre ha apostado por creer en la natural creatividad de los habitantes de nuestro querido pueblo. De todos es sabido que nuestra artesanal "industria" ha aportado a la propia sabiduría popular las destrezas instrumentales necesarias para que muchos tengamos,  particulares entretenimientos, basados en una maestría innata increíble.
Hoy vamos a acercarnos al domicilio de una de esas personas que llevan casi toda su vida dedicada a una inusual afición y de la que hicimos preámbulo en la segunda parte
Nuestro destino está en uno de los rincones escondidos de Ubrique y que ha ido perdiendo a lo largo de su historia, su primigenio encanto. A causa de los distintos inventos municipales 
que ha sufrido, el cogollo del Algarrobal ya no es lo que era.
 Junto a él, repecha por la remota ladera de la sierra...



la calle que ostenta aromas de Jazmín. 
A medianerías de la ancestral calle...



nos está esperando nuestro hombre. Bajo su sencilla apariencia de jefe de obras municipal ya jubilado se esconde un prodigio casi mágico. Manuel Cordón Delgado, es posiblemente el cliente más favorable que tiene por antonomasia, la fosforera española y quién sabe si está a las puertas de ser poseedor del récord guinness como mayor consumidor de cerillas de madera sin prender.



Su casa es como la de cualquier familia de bien de Ubrique pero pronto nos damos cuenta de que posee una insólita peculiaridad; por doquier podemos quedarnos con la boca abierta...



pues entre la decoración hogareña, resaltan  sus propias obras maestras.



Monumentos famosos construidos exclusivamente con las maderas de las cerillas, a una escala bastante considerable. Asombrados ante tanta majestuosidad, le hicimos una inocente pregunta...
-"Ya vemos que sólo usas cerillas de madera para tus trabajos pero 
¿y si en tus manos caen cerillas de cera, por ejemplo?" 
Tuvimos que tragarnos la incauta pregunta pues nos enseñó
 un lindo jarrón decorativo colmado con un precioso...



y minucioso ramo de flores.



Manuel nos habla de la historia de su pintoresca y ardua afición.
 Nos dice orgulloso, mostrándonos el barco que ésa fue su primera incursión marinera
 con los palitos a los que previamente les va cortando  la cabecilla del fósforo.
Esa maravilla cuajada de velamen vio la luz hace la friolera de cuarenta años.
-"¿Y con las cabezas de los mistos qué haces? ¿Las tiras?"
Lo acompañamos a la habitación que usa de taller.



Manuel nos explica el paso a paso, concienzudo y minucioso de su nuevo proyecto.
-"¡Esta va a ser una de la torres! 
Los palillos van pegados unos a otros, uno a uno, sin empastes ni soportes.
¡Sólo madera y cola! ¡Sencillo!"
Siempre hemos pensado que la humildad radica en los grandes genios.



-"¡Y la torre se pega a la fachada! Utilizo talcos para imitar los ventanales.
 Los contrafuertes se hacen con esas cerillas grandes que se usan para encender las barbacoas.
¡No hay más secreto!"



-"¡Y las cabecitas de los cerillos se usan para los adornos! ¡Qué tirar ni tirar!"
¡Genial!



Manuel no cuenta las horas que lleva empleadas; no las tiene en cuenta
 porque el destino de estas maravillas,
 son sus hijos y como él dice, eso no tiene precio.




Como ya nos habremos dado cuenta su
nuevo y maravilloso monumento de cerillas...



es el famoso castillo alemán en el que posiblemente se fijó
Walt Disney para su castillo de hadas
(aunque haya un sector español que diga que se inspiró en  Segovia).



Nuestro artista ha emprendido la ardua tarea de reproducir con maderitas,
el mítico Neuschwanstein alemán.
-"¡Pero...! ¿Dónde se ha metido nuestro protagonista? ¿Está agachado...?"
Manuel andaba buscando el enchufe, porque todas sus obras tienen...



luz interior.
-"¡Bravo, Manuel! ¡Increíble!
 ¿Sabías que ese castillo alemán estaba construyéndose en el 1886?
Esa fecha nos es familiar...
 ¿No es cuando se restauró definitivamente nuestra torre del San Antonio?
Y a propósito...



¿Dónde anda aquel San Antonio de cerillas que estabas haciendo hace tiempo y 
al que le pudimos hacer una foto con el móvil? ¿Lo terminaste?"
-"¡Está acabado en casa de mi hija!"
-"¡Pues tendremos que partir a su casa para terminar el reportaje!"



Antes de irnos, cerró las ventanas y a la luz de esta embarcación dispuesta 
a surcar las aguas del Mississippi, nos anunció la proposición que
 le habían hecho de hacer otra exposición de sus trabajos y que
 el treinta de agosto iba a realizar en la sede de la asociación de vecinos 
de la Plaza de la Verdura y Casco Antiguo, donde estuviese ubicado antaño el Café de Janeiro.
Habiendo visto sus increíbles trabajos, la visita se vislumbra bastante interesante.
Agradecidos de corazón a nuestro genial artista y a su señora por tanta amabilidad,
dejamos la calle Jazmín con buen sabor de boca y marchamos a la otra parte del pueblo,
 hacia la calle Tragamasa donde vive la hija, poseedora de varios de los tesoros de su padre.



Ya en la casa y nada más entrar, nuestros ojos se clavaron directamente en 
otra maravilla creada por nuestro ingenioso y paciente artista. 
Cerillas pegadas una a una, en armónica conjunción...



en la que no falta ni un solo detalle.
Su hija Ana Isabel nos trajo, mientras admirábamos el barco, otras...



obras insólitas que representan las más afamadas...



obras arquitectónicas europeas, por lo pronto
(porque el ingenio de nuestro artista parece que no tiene límites).
 Esta imagen de la bien proporcionada y derecha torre de Pisa en el suelo, 
forzosamente y por efecto óptico, obliga a inclinar el resto de la fotografía.
Y encima de la mesa del salón...



nuestro querido San Antonio (con sus ventanitas verdes) ya terminado.
Un trabajo exhaustivo, espectacular, de proporciones exactas que... 



cuenta hasta con el patio trasero (¿O delantero?)...


en el que las cabecillas rojas han sido cien por cien, bien empleadas. 
Nuestra singular espadaña representada con su campanario... 



y algo más abajo, su puntual reloj.
¡Bravo!
Como intentamos ser buenos observadores, nuestra cámara enfoca y obtiene
una curiosa instantánea; la de algunos juguetes de los nietos de Manuel Cordón.



Viendo el minibanco de trabajo, seguro que admiran a su abuelo 
y su perfeccionado "entretenimiento".
 Tiene todas las pintas de que seguirán sus laboriosos pasos.



El Tower Bridge sobre el Támesis en Londres, la romántica Tour Eiffel parisina,
la torre inclinada de Pisa y el completado San Antonio de Ubrique
 entre otros, son parte de la muestra que podremos ver para disfrutar,
Ubrique en verde tiene el privilegio de adelantar este grato acontecimiento.



Para un servidor ha sido un privilegio el estar inmerso en esta entrada, tratando de demostrar que no importa ni oficio ni  beneficio, para que una persona sencilla como nuestro albañil jubilado, posea  una sensibilidad apasionante capaz de exteriorizar con simples maderitas,
 tanta belleza. Gracias de corazón Manolo, por habernos dejado disfrutar junto a tu obra.
 ¡Ah, una última cosa...!
Si alguna vez nos preguntamos cómo hacer monumentos con cerillas...
¡Ya sabemos la respuesta!  


.

10 comentarios:

  1. Impresionante lo que hace este hombre, enhorabuena por tanta paciencia!
    Salu2
    Dorita

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias en su nombre Dorita. A propósito, ya sabemos que de vez en cuando te das un paseito por estos lugares y mira que bien si pudieras, a partir del treinta de agosto poder presenciar la exposición de Manuel en la Plaza de la Verdura. Merece la pena. Saludos cordiales.

      Eliminar
    2. Gracias en su nombre Dorita. A propósito, ya sabemos que de vez en cuando te das un paseito por estos lugares y mira que bien si pudieras, a partir del treinta de agosto poder presenciar la exposición de Manuel en la Plaza de la Verdura. Merece la pena. Saludos cordiales.

      Eliminar
  2. ¡A-LU-CI-NAN-TE!
    Me ha parecido absolutamente increíble. ¡Enhorabuena, artista!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Y eso dicho en cinco fonemas mayúsculos! Dada la belleza de la muestra, sería conveniente que extendieras por tu amplia red, la conveniencia de visitar la muestra en la Plaza de la Verdura del treinta de Agosto en adelante. Un beso hermana.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
  3. Magnífico y paciente trabajo. No tengo el placer de conocer a este señor por ello le das la anhorabuena de mi parte Manolo.Sería interesante que el Ayuntamiento hiciera una exposición con las piezas, siempre que el autor así lo desee.

    La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.
    Immanuel Kant (1724-1804)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya frase la de Kant. Pues nada, para ver las maravillas de cerillas de Manuel, basta con que te vengas un día a partir del treinta, pues va a hacer una expo en los locales de la asociación de la Plaza de Aparcamientos la Verdura, hasta el ocho de septiembre o hasta la feria. Personalmente te presentaré al ingenioso y fuerte por su paciencia, artista. Un paciente abrazo, amigo.

      Eliminar
  4. Neuschwanstein, el castillo que más veces he visitado... en sueños, claro. Lo construí en recortable de cartulina en unas cien horas, y sólo era recortar, doblar y pegar, así que imagínate éste; después lo llevé a una candela de gamones para que lo purificaran las llamas... evidentemente, tenía fantasmas.
    A ver si no eres tan ñi ñi ñi con la camarita, que has atorrulao al muchacho y le ha salío una torre torcía, Manolito.
    También es curioso que llamándose Cordón Delgado, los materiales que utilice sean Madera Fina.
    Enhorabuena... a los dos

    ResponderEliminar
  5. Algun que otro contacto he tenido con este señor pero hace mucho tiempo. Le felicito por tan vella aficion, es una maravilla.

    ResponderEliminar