lunes, 6 de abril de 2015

La Ruta de los Miradores

Tiempo ha que veníamos gestando esta nueva entrada para este humilde blog. 
Ya era hora de descubrirla, con luz y taquígrafo. 
Basta con dar un paseíto por la sierra subir al cerro de enfrente 
-de donde podemos ver el atardecer desde los Olivares...



para darnos cuenta que lo miremos desde dónde lo miremos o cómo lo miremos...
¡Ubrique es digno de admirar!
 Durante estos días de vacaciones...



muchos son los turistas que se han paseado por nuestro querido pueblo.
Así que para los que supieron y los que no, Ubrique en verde se dispone
 a hacer un recorrido por la ruta de los Miradores.



La fortuna de su ubicación -sumido en el lecho de un sinuoso mar pretérito-
hace que la observación y la admiración vayan de la mano.
Estamos viendo el Calvario de Ubrique
y como dictamina el título de la ponencia de hoy...



empezaremos por el más admirado mirador de la ruta.
Con un acceso aeróbico bien trazado  que incluye rampa de minusválidos-
 la panorámica sobre las blancas casas del pueblo,
 brinda espectaculares imágenes de la Sierra de Cádiz.
Normalmente, se suele subir al Calvario tempranito, pero...



si el observante se atreve al ascenso con nocturnidad -sin alevosía...



el panorama es sobradamente sobrecogedor.
Algo más abajo, siguiendo la ruta, nos encontramos con un barrio
remansado en la propia falda de la sierra y que parece un portal.



Es característico por ubicar uno de nuestros afamados peñones
-ver el niño del Peñón anima y orienta- y aún por las alturas sobre
 nuestro querido pueblo, encontramos como decimos, el siguiente.



Pero no vayamos a creer que hay que repechar a lo alto del peñón como indica
literalmente el rótulo... ¡No! Además, teniendo en cuenta que por su situación...



todo el barrio nos ofrece unas perspectivas bastante "admiradorables",
 no está de más...



pasarnos por el mirador del Caldereto en sí. 
Ya hace algunos años que lo inauguramos y se le nota.



¡Menos mal que con las flores se disimula un pelín las mataduras!



Desde mirador de El Caldereto y tratando se seguir cierta lógica en nuestra ruta...
   


pasamos a otro que corona un promontorio que antaño albergara una antigua viña...



la Antigua Viña del Perro... 
Sólo podemos disfrutar de ella ahora en pintura.



El mirador de la antigua Viña del Perro fue un alarde de embellecimiento urbano
por nuestros barrios, con el solaz y el esparcimiento como fines pero...


fue mancillado por el vandalismo a poco de darlo a la luz.
¡Damos un salto! 
Nos vamos a las faldas del cerro de los Olivares.



Allí encontramos un mirador que se supone tiene el mismo nombre...



dato que no es ciencia cierta porque -hablando de indecoro y vandalismo-
esta imagen vale más que mil palabras. Una cosa sí está clara...



que el panel fue encargo del "Ayt" de Ubrique y que María lo corroboró...
Pensamos que María debería asistir a algún tipo de curso de autoestima...



porque, aunque el mirador pueda parecer a veces piscina olímpica...



sí es cierto que desde él se ofrece esta otra perspectiva popular donde las torres
hermanas -Campanario y San Antonio- parece que se quieran dar la mano.
¡Por cierto...!  Junto a la espadaña -emblema de Ubrique- del San Antonio-
está otro de los miradores y, "casualmente", lleva su nombre. Pero para llegar
hasta allí, hemos de pasar -si ese es el deseo- por un "mirador" que está
en pleno centro de nuestro querido pueblo.
¡En los mismísimos Callejones...!
Desde éste, podemos "mirar"...



el trasiego de un pueblo laboriosamente bullicioso.
Éste lugar sin título lo podríamos nombrar como
 el "Mirador de los Miradores" -acodados en la baranda.
Desde este frecuentado lugar vemos una baliza "desinformativa con gato encerrado".
-"¿Que qué es eso de gato encerrado...?"
-"¡Bien simple...!"



Los nacidos en Ubrique sabemos que ésta, no es la placita de la calle Fuentezuela...
¡Es la calle Guindaleta -mismo! Para el turismo es insignificante el "detalle"
pero es casi un insulto a los ojos de los que somos nacidos y criados E/E.



Pero volvamos al tema de la ponencia de hoy.
-"¿Por dónde íbamos...?"




-"¡Ah...! Por el mirador del admirado San Antonio..."
¡Uno de los más turísticos y visitados...!



Desde esa terraza, adjunta al emblemático edificio, se ha estado prendiendo
la mecha de los artificios que fueron la admiración de los humanos y
el terror para los animales. De pequeño, cuando los lanzaba Emiliano,
recordamos las bandadas de avecillas huyendo despavoridas y
los perrillos metiéndose bajo las camas, sobrecogidos.



Basta visitar tal singular edificio para conocer los secretos del San Antonio.
Que luce altivo desde esta otra óptica que -como venimos visitando-
se trata de un nuevo mirador, también tradicional.



La plaza del Carril que fue dedicada al día blanco y verde.
Basta con repechar por la calle Calvario o Peligros para llegar...



a este rincón típico que fue elegido para alguna de las tomas del
programa de televisión de "Cremades y Ubrique de Jesulín"
que tal como lo pintaron muchos llegamos a la conclusión de que...
"¡Éste no era nuestro pueblo!"



Algo más arriba podemos encontrar otro de los suculentos miradores de la Ruta
aunque con algo de frío por cota y estación climatológica.



¡Eso!
El mirador de antes de llegar a la Era del Ubrique el Alto.



Ya metido en plena sierra de Ubrique, igualmente es 
uno de los más sugerentes y visitados. A más "alto"...




mejor perspectiva.



No obstante, al estar más alejado, es propenso al maldito salvajismo y deterioro.
En este caso es "Piraña" el que debería planearse lo de los cursos de autoestima.



No son precisamente los animales los que agreden el panel informativo.
Ellos por supuesto tienen más nobleza que muchos animales humanos.



Incluso Pentatloni, la mascota que vino de visita en el  V pentatlón celebrado en Ubrique,
 acarició con primor el recurso informativo destinado a nuestro conocimiento cultural.



Desde aquí y subiendo a la cumbre de la Cruz del Tajo, daremos un gran salto
sobrevolando nuestro querido pueblo con la imaginación hasta llegar al siguiente.



Y no es que tal "mirador" sea este tenor suelto escapado de 
la coral polifónica "Ocurris Populi" que está mirando desde el Mirador... ¡No!



El Mirador por excelencia es éste.
Desde él podemos contemplar nuestra imagen genuina.
 ¡No podía ser otro...!
¡Queda concluida la ruta...!
¡Si quedó alguno en el tintero, no fue nuestra intención!
Toca retorno, esperando que haya sido de utilidad pública
esta ruta de los Miradores de Ubrique.



-¡Hey...! ¡Un momento...!
¿Qué es aquello que sobresale como un balcón sobre nuestras cabezas...?




Ese promontorio junto al propio mirador de las Cumbres es un lugar bien apto
para ostentar el título de Mirador turístico de uso privilegiado.



Incluso el nombre le acompañaría... 
"Mirador D´Ocurris" junto al Salto de la Mora.



Pero es un acopio particular lleno de arena y ladrillos. ¡Oooooh!



¡Ojalá hubiera acuerdo provechoso entre ambas partes para que todos pudiésemos
 disfrutar de las vistas desde el más privilegiado balcón sobre Ubrique...!



Pero bueno, a los que nos gustan las incursiones, normalmente encontramos en nuestra sierra
 ese lugar de ensueño en el que, apostados, podemos disfrutarlo a modo de buen "Mirador".




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