sábado, 12 de noviembre de 2016

II- Cineando en Vejer

Gran sorpresa nos llevamos cuando, caminando por las calles de Vejer
los de Cineando en Ubrique, acompañados de los Marimantas
-según pudimos ver en la primera parte de "I. Cineando en Vejer"-
al doblar un recodo de sus callejuelas,
nos topamos con una "aparición en dos d" inanimada.
¿Sería la representación de una mora...? ¿Una antigua cristiana...?
¿Una fantasma...? Más tarde nos enteraríamos.



Pero mayor sorpresa fue cuando pudimos ver por detrás,
 y animadas,
cuatro "apariciones en tres d" que...



ascendían en busca del grupo de los viajeros de nuestro querido pueblo.
¿Qué sutil leyenda o tradición guardarían tales personajes pintorescos?
Por el bello ojo que dejaban ver para poder ver, se entreveía que eran lindas muchachas.



Según nos contó Jose el "Marimanta", era una prenda de vestir originaria
que usaban antaño las vejerianas... ¡Las cobijadas! O mejor dicho "Las cobijás"!
Nos cantó como tan tapadas, las mujeres de Vejer podían ocultar bastantes secretos
y desplazarse en perfecto anonimato por las intrincadas calles del pueblo.
Y continuó la visita perfectamente guiada.



Nos condujo por el callejón Oscuro -algo así como el callejón Techado 
de la calle Palma de nuestro querido pueblo pero más largo- y al salir...



nos volvió a cantar otra entrañable leyenda. Cual juglar medieval y portando
 un pergamino de "viñetas" a la antigua usanza, conocimos la historia de Catalina Fernández,
 la cristiana que por amor a un moro, se convirtió en musulmana.
Todos embelesados escuchamos la canción...
"La leyenda cuenta que cuando Al Andalus era territorio musulmán 
-de ahí lo de Vejer de la Frontera- el emir Mulay Alí ben Rachid se enamoró 
de Zhora -Catalina- una guapa muchacha de Vejer -de la Frontera- 
y su amor fue correspondido por ella. 
Cuando los cristianos los expulsaron de la Península. emigraron a Marruecos y allí,
para paliar la añoranza  que Zhora tenía de su pueblo, el emir mandó construir uno
a su imagen y semejanza y lo llamó Xauen. Allí las cobijadas lucían de blanco".
Ambos pueblos están hermanados en la actualidad.





Siguiendo el itinerario, comprendimos las leyendas del por qué 
algunos balcones y ventanas de tan digno pueblo están tapiados a cal y canto.
También nos enseñó el lugar más fotografiado de Vejer...



Estos arcos misteriosos son su pura estampa desde los cuales antaño,
 se veían detrás los molinos de viento tan famosos en Vejer, y como tal...



nos pusimos como locos -y por turnos- a dejarlos plasmados 
en nuestros soportes digitales para, posteriormente, dirigirnos...



hacia las puertas del castillo del siglo XII que fueron un buen lugar...



para "retratar" al hijo predilecto de Ubrique que será nombrado oficialmente
el próximo veintiocho de enero, don Bartolo. ¡Todo el día "arrelingao" a su cámara!



En el patio del castillo tuvo lugar la última escena de los Marimantas.
En esta ocasión especial nos quedamos boquiabiertos.
Ante nuestros ojos, el carácter espectral e ignoto de las personajes
se iba transformando paulatinamente en magia y alegría...



y cual oscuras crisálidas que ocultaban su fermosura, Jose nos relató cantando, el tránsito...



¡De la oscuridad de las cobijadas...



a la más brillante luz! ¡Y en forma de lindas molineras...!
Con esta estampa en la retina nos dirigimos a visitar el resto de la fortaleza.



Era hora de que el grupo de ilusionados ubriqueños...



subiera hasta las almenas de la historia.



Desde ellas y gracias a su prominente cota, no sólo se ofrecía ante nuestras pupilas,
favorecedoras imágenes de lo que fuera parte de la Frontera y sus monumentos, sino...



lejanas postales de la sabrosa costa de la Luz gaditana
-E incluso, Marruecos.
Almenas que al menos dejaron correr la imaginación...



de gratos...



entrañables y...



brillantes amigos
-al menos al sol.



¡Y amigas...!
Almenas que, al menos desde tiempo inmemorial, guardan con celo ...



la sencillez y la belleza de lo auténtico.
La visita llegó a su culmen y por supuesto no podía faltar algún recuerdo...



bajo el vetusto jazmín del castillo.
Marimantas y Ubrique en verde quedaron encantados.



-¡Gracias por habernos contado vuestra historia de una forma
 tan cercana, familiar y pintoresca...!
Y mientras ellos cerraban el castillo en espera de nuevos e intrigados visitantes...



nosotros tuvimos algún tiempo libre para ver otras calles;
otros tesoros de los muchos que encierra la blanca Vejer.
Fuimos descubriendo nuevos rincones, algunos de ellos...



de especial interés gastro-culinario.



La tarde caía bajo la altiva blancura cuando estábamos preparados para el regreso.
De vuelta, los comentarios rondaban en lo bien que lo habíamos pasado
y lo mucho aprendido. Ya tornábamos a nuestro querido pueblo con la comprensión
 de que, conocer a fondo otros lugares de interés turístico...



nos ayuda a valorar más si cabe, nuestro propio interés...
¡Nuestro Ubrique del alma nos recibía brillante como siempre!
Es una fortuna poder contar en nuestro querido pueblo con vejeriegos
tan pródigos y entregados con la cultura en general y en particular, el cine.
Y si buscamos la sinopsis del filme vivido, podría ser perfectamente...



Cineando en Ubrique vivió una jornada de película en nuestro pueblo hermano.

(Antiguo proyector del desaparecido cine de la calle Corredera de Vejer de la Frontera)



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