La tradición coral en Ubrique tiene solera a raudales. En esta instantánea de otrora,
podemos ver un nutrido grupo de integrantes del coro parroquial. Algunos conocidos
en el pueblo como el pintor José Luis López Núñez (a la derecha del cura de la izquierda)
o, abajo en el centro sentada, a Margarita Bohórquez . A su derecha, Juanita Yuste y
María de los Angeles Sánchez de Medina (las tres prosiguieron en la coral que fundó
en el noventa y dos, José Sánchez Bazán, a la que perteneció el que suscribe).
Pero si alguien perdura impertérrito hasta la actualidad, es Antoñín Mateo
(arriba, el quinto por la derecha), que por llevarle la contra a su altura, es bajo.
Y como pase lo que pase, la polifónica continúa... de esta guisa es la coral en la actualidad.
Después de don José Sánchez, la dirigieron con maestría, el gaditano Daniel Borrego
y por corto tiempo, el sevillano Francisco Sánchez...
desde que la coral quedara huérfana y fue aceptada como parte de la imprescindible
escuela de música ubriqueña, sita en la Escuela Redonda
(en esta toma, vista desde el Clavario).
Y en los ensayos es donde se desarrolla la urdimbe de las entretelas musicales.
Aquí es donde echamos algunas horillas (todos tenemos veinticuatro) para expandir nuestro
espíritu creativo. Nadie prepondera. Nadie sobresale. Todos a una con la Coral, para ofrecer
al pueblo de Ubrique unas puertas abiertas hacia esta parte de la cultura musical que
es cantar, en estos tiempos "del corazón" que corren.
Por supuesto aprendemos música, ¡cómo si no!
Pero vamos que tampoco vamos a llegar a ser maestros.
Lo suficiente para defendernos.
Y con los medios más actualizados.
(A la derecha de la pantalla, se puede enlazar con la página de la coral).
Durante la trayectoria artística, son muchos los reconocimientos que hemos recibido y
que lucimos en nuestra sala de ensayo con modesto orgullo.
Quizá el más curioso, dado que estamos celebrando el segundo centenario de las Cortes,
fue el que nos dieron cuando estuvimos cantando en el Oratorio de San Felipe Neri,
hace siete años y un día justitos.
Este verano decidimos hacer una especie de campaña publicitaria para el conocimiento
y promoción de nuestra actividad.
Buscamos lugares para enmarcarnos con nuestro querido pueblo.
Esta campaña y todos los logros actuales se los debemos a nuestro nuevo director
(ese muchachito joven de la pajarita blanca), Juan Antonio Aibar Rubira.
Él viene desde la tierra alicantina (musicolandia) y está revolucionando el "modus vivendi"
dentro de la funcionalidad y los resultados polifónicos.
Fue emocionante la realización del reportaje, además tuvimos el enorme privilegio
de contar con uno de los fotógrafos naturalistas más punteros de la actualidad en Ubrique.
Nos referimos al autor del blog "Sierra de Grazalema. Jardín natural",
Manolo Canto, al que Ubrique en verde le confió el "sacafotos"
para hacernos unas tomas informales (como ésta), de mientras.
Aquí vemos a la coral polifónica "Ocurris Populi" acompañados de su flamante director,
con el San Antonio y la milenaria Cruz del Tajo a las espaldas, pero "tos mezclaos".
La polifonía se consigue dividiendo el grupo de personas en cuatro. Por un lado...
la voz cantante; las que llevan la melodía. La voz más aguda de las féminas...
Las soprano.
(De izquierda a derecha: Juana, Lisanda, Josefina, Maribel,
Reme, Anibel, Eli, Antonia, Charini y Mercedes)
(Si eres lectora, ¡faltas tú!)
La voz más difícil de interpretar dentro de la música polifónica; algo más graves
pero sin dejar de ser "agudas"; las imprescindibles...
contraaltos.
(Empezando por la izquierda, Nora, Inma, María Jesús,
Ana, Paqui Reyes, Paqui García y Juani)
(Si eres lectora, ¡faltas tú!)
Agudos en todos los sentidos de la vida, incluida la voz; los divos de la coral...
los tenores.
(De derecha a izquierda -y no es política- Paco Collado, José Luis Chacón,
Juan Sevillano y David Cotrino)
(Si eres lector, ¡faltas tú!)
Y "los que le hacen la cama" a la música; los de la voz de hombre por excelencia;
los del fondo de la tinaja; las sirenas... pero de trasatlántico;
los "dum-dum" y "pom-pom"; los de "que se notaría si faltaran", en la música coral
y viceversa; los que sustentan a la gravedad...
los bajos.
(De Izquierdo a... Ordóñez... Yo -el burro el primero-, José Luis Rada, Antoñín
-¡sí, Antoñín Mateo, el de la primera foto- J.M.Muriel y Juan...Ordóñez ¡Claro!
(Si tienes la voz como "Anfri Boga"...¡Faltas tú!)
De muestra vale un botón.
Aquí se nos ve cantando (no decimos que se nos oye porque es una foto)
en un lugar cuya acústica es impresionante. Se observan las magistrales manos...
del director. Juan Antonio espera paciente el transcurso de la celebración eucarística
para la siguiente pieza religiosa. La coral no sólo acude a certámenes
o intercambios de corales (que no de parejas), si no que atiende al llamado de las distintas
hermandades o grupos parroquiales para hacer más pomposas sus misas y eventos.
Como es el caso de las fotografías expuestas que corresponden al
gran día de los del Cautivo y que pudimos contar con el reconocimiento
del señor Alcalde que hizo entrega a nuestro director, de la placa...
que los bajos mostramos con satisfacción.
No está nada mal que se reconozca la labor de horas y horas de increible altruismo
en estos tiempos que corren.
Éste fue el penúltimo reconocimiento porque el último ha sido cuando estuvimos en Algeciras.
Tambien es grato pensar que después de una actuación, no se sabe por qué...
vamos todos juntitos calle arriba buscando...
un merecido refrigerio. ¡A nadie le amarga un dulce!
(No es una foto publicitaria de productos ubriqueños;
es que recordamos a uno de nuestros compañeros en los bajos.
¡Qué guapas están la patatas y qué buenas unas cervecitas para acompañarlas! ¡Va por tí Paco!)
Ha sido una suerte para nosotros que nuestro Juan Antonio se haya casado
con una ubriqueña de pro. Gracias María del Mar (profesora de clarinete
de la escuela de música) por traernos a este portento a Ubrique.
¡Átalo bien fuerte que no se nos vaya!
Nos gusta celebrar nuestra amistad y de vez en cuando cae un guisito o una barbacoa
como la de este verano. Nos lo pasamos estupendamente en El Bosque...
despues de cantarles a los de Marchenilla (como se llamaba antiguamente).
Aquí se nos ve en el ensayo matutino previo a la actuación vespertina.
(Yo no la había escuchado hasta hace unos dias y quedé maravillado con "el cisne"-il cigno.
Anda colgado en el "yo tuve" -pasado del verbo tener-
y es muy recomendable para enamorados).
Es un orgullo pertenecer a este grupo de personas poco comunes.
La conjunción de sus voces en acordes musicales o en canon (¿en dónde?)
transportan al espíritu melódico hasta unas esferas inimaginables
de ensimismado sentimiento...
¡Vamos! Que se ponen los pelos de punta, para ser más claros.
Y lo dicho...
La coral polifónica, añade algo más de encanto cultural al bello y entrañable Ubrique.
Nuestras puertas están abiertas; sólo...
¡Faltas, tú!
.
Qué jartá de reir con lo de las sirenas, y Janfri Bogart, jejeje. ¡Estás hecho un artista de todas las artes!
ResponderEliminarGracias Sera. Ya sabes que yo pienso desde hace tiempo que "el arte" es morirte de frio. Un abrazo.
Eliminar¡Qué bonito reportaje, Manuel. Viendo cosas así se alegra una (más aún) de pertenecer a ese grupo.
ResponderEliminarTe ha faltado decir... "¡Y no es pasión de soprano!". Gracias, compi. Un beso... polifónico.
EliminarNo es pasión de tenor, pero te ha salido un reportaje fotofónico tal, que si no perteneciera a la coral, me apuntaría ahora mismo aunque aceptaran un tipo como yo. Gracias, comp@s... y qué decir de vosotros dos
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