jueves, 20 de diciembre de 2012

El aro del Sol


Los ubriqueños tenemos una virtud: por carecer de horizonte natural al estar rodeados
de montañas, sierras y montes por todas partes, estamos muy acostumbrados a mirar...



hacia arriba. Nos sabemos de memoria la silueta de nuestra sierra y somos
expertos en disfrutar de las nubes que coronan nuestra cabeza 
y hay que aprovechar que están de moda en este otoño-invierno.



Ya sea por encima del Salto de la Mora...




o en la lontananza del parque de los Alcornocales que vimos cuando fuimos al Marrufo.



Por encima del cerro de los Olivares...



o envolviendo el Castillo de Fátima.



Podemos decir que las nubes acarician suavemente a las montañas por estos lares...



formando estampas de singular belleza que ofrecen a los miradores del cielo
espectáculos cambiantes dignos de ser capturados en la retina.
Parece como si por encima de Aguanueva levitara el algodón.



Y mirando hacia nuestra vecina Benaocaz vemos un objeto volador identificado...
¡Bueno, dos! ¡Ah, y dos nubecillas entre medias!



Las formaciones de agua microscópica suspendidas en la atmósfera siempre fueron
susceptibles de literatura o de acertados chascarrillos populares.
"El cielo está emborregado..."



Las formas de las nubes son imponderables y cuando las hay, todas nos resultan familiares
y sólo en raras ocasiones el cielo nos brinda extraordinarios momentos. Nos referimos
 a cuando interviene en el cuadro el astro rey. Aquí entrarían los cielos rojizos o el arcoiris.



Fue el otro día cuando, mirando hacia el cielo por encima del Berrueco pudimos ver
la lucha del sol por sobreponerse a la baja densidad nubosa y empezó a...



crear un colorido aro a su alrededor.



 A la primera impresión comentamos...
"¡Mira, el arcoiris!"



"¡Pero si no está lloviendo!"



"¡Además, no es un arco!"



Es un "aro iris" que muestra todos los colores...
Y tan redondo como los que hacía Martel para rodarlos con el guía.
"¡Debe ser una señal para avisarnos de algo gordo!"



¿Será un presagio del fin del mundo ahora tan de moda y que será mañana veintiuno
de diciembre según la profecía de los Maya?



Sea como fuere el mágico espectáculo se mantuvo sobre nuestras cabezas durante
bastante tiempo. Para muchos fue la primera vez, cosa que no se olvidará fácilmente
como ocurre en todas las primeras veces.



Sólo en raras ocasiones, el cielo infinito se torna especial sobre las cabezas de los que
carecemos de horizontes lejanos o sea, los ubriqueños...



"¡El algodón no engaña!" Pero sí nos deja entrever  la cornisa de los Buitres, ésa que está
en el Salto del Pollo (donde se refugia el "dragón de piedra" llamado Rocopollo Saltarius)



Tagore decía que por encima de las nubes, el cielo siempre es azul y 
que si lloras por no ver el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas
(ni el "aro iris").



Así que mientras viene otra vez el buen tiempo, disfrutemos de nuestro particular
"horizonte vertical" y sigamos mirando hacia la gran cúpula porque de vez
en cuando, la naturaleza nos ofrece oportunidades únicas.



Es como si nos brindara escaleras para subir a nuestro cielo y
 embobarnos con nuestro entorno cuando se envuelve de...



una magia exquisita y...



extraordinaria.


.

4 comentarios:

  1. ¡Qué cosa más curiosa! Y yo aquí, pero no lo vi. Lástima. Unas fotos preciosas, hermano.

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  2. Hola Manuel, se trata de un Halo de Sol (fenómeno meteorológico), aunque en algunos sitios lo
    lo relacionan con temas de astronomía y signos de culto.
    Tuve la ocasión de ver uno hace unos años en Arcos y tuve las mismas sensaciones.
    Te dejo Una breve descripción.

    "Se trata de un fenómeno que se produce en lo más alto de la atmósfera terrestre que al recibir la luz del sol la fragmenta.
    El aire caliente que eleva la humedad y forma las nubes, al llegar a la parte más alta de la atmósfera, convierte esa humedad en cristales de agua que al recibir la luz del sol la descomponen provocando un halo de colores."

    Saludos,

    Felices Fiestas.

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  3. Gracias, Angel por acertarnos los frailes al ofrecernos tus oportunas intervenciones. Saludos y feliz "fin del Mundo".

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  4. También hay que mirar al cielo de noche porque a veces se forman alrededor de la luna, ea; y es tan hermoso como de día. Ya mi primo explicará el fenómeno... ¿eh, fenómeno?

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