domingo, 8 de septiembre de 2013

La Pilita Abajo. 2ªParte. Nuevo Génesis

En la primera parte del nuevo tratamiento urbanístico perpetrado en
 nuestra legendaria Pilita Abajo, habíamos dejado a los hacedores sobre el puzle que 
refleja la patacabra sobre la piel como símbolo de los petaqueros de Ubrique.



Igualmente, los afanados trabajadores seguían rematando los aledaños de la singular figura, pero habíamos dejado en el aire la pregunta sobre una imagen de la que
 ya algunos han vaticinado que era la fuente o similar. 
En realidad...



"eso" redondo de hierro negro, no era ni más ni menos que el pedestal de la farola
que iba a ser instalada en medio del detalle circular.
¡Por eso no iba a verse más!
¡Porque quedaría boca abajo, anclada al suelo!



Si bien antes, había que hacerle un buen cimiento de fijación...



Ya sabemos cierto que la Pilita Abajo volverá a lucir como antiguamente, 
una fuente bajo una farola.



Todo bien niveladito... ¡Mejor las cosas bien hechas!



¡Ya está la base!





Y a la patacabra le queda poco.
 El contraste entre los cantos negros y rojizos portugueses es bien notable.
Y como viene siendo habitual en esta entrega especial de Ubrique en verde...



una buena panorámica a vista de pájaro nos permite apreciar con precisión...



la miriada de trocitos pétreos que lleva la singular idea.
 La sólida rocalla reflejará el sentir de un pueblo artesano y
 muchos forasteros preguntarán que qué significa lo que hay encima de la piel.
 Seguro que a más de uno tendremos que aclararle que no tiene nada que ver
 -por la forma- con Italia.



Esa mañana, la farola quedó montada por los especialistas eléctricos 
del ayuntamiento de nuestro municipio.



Y continuando con el paso a paso, le toca el turno al lecheo del mosaico,
 realizado lógicamente en los mismos tonos del material empleado. 
También comenzó la colocación de los primeros ladrillos toscos que 
conformarían la pilita, forrando la peana de la farola.



Todo ello resguardado con vallas como si de un tesoro se tratase,
 para protegerlo de posibles agresiones externas prematuras.



A la calle San Pedro -o Fray Diego- por fin le llegó la hora de la conclusión
 con su completo empedrado. Mientras fraguaba como es lógico,
 se colocaron señas para no pasar por encima con vehículos de ningún tipo.
 Pero como siempre, ha de llegar el impaciente de turno...



y pasar por debajo de la cinta que cerraba el paso. Menos mal que el último "cuadro de losas"  que faltaba, estaba bien a resguardo para no pisarle "las piedras". Durante el tiempo que ha durado la magna obra, hemos tenido que subir a la Plaza usando otros itinerarios...



mientras se realizaban los remates de la calle del Agua que ha estado tanto tiempo
 en un estado letárgico, sin vida. Los pivotes para proteger a las personas de los vehículos...



y maceteros intercalados siguiendo el mismo modelo que las otras calles
 de esta zona del casco antiguo.



Con los complementos va siendo palpable como, la calle que sube desde 
la Pilita Abajo hasta la Plaza, va despertando a la vida de nuevo.
 Este hecho de la vuelta a la normalidad se agradece por parte de las personas que
 viven en esta vetusta vía ubriqueña. 
Posiblemente sean los comerciantes ubicados en ella quienes más agradecen 
la reapertura de la calle. Sus vidas en el más amplio sentido, dependen de ello.
La alegría que supone el fin de obra, se ve reflejada en sus caras.



Vicente con sus formidables jamones.



Pepe, en su kiosco con sus selectas y exclusivas chucherías.



A la sonriente peluquera Irene le va a venir al pelo, la deseada vuelta a la normalidad.
Y a Bibi, la esteticién, se le nota en la sonrisa que la nueva "estética"
 de la calle, por fin es una realidad.
Algo más abajo...



Juan Luis y Ana, están dispuestos a ofrecer lo necesario a todos aquellos que quieran
 como ha hecho su calle, sumarse al carro de las reformas, en casa.
Y los que busquen asesoramiento...



ya no tendrán que sortear las pruebas de equilibrio y destreza que
 supone pasar por una calle en obras. 
Los hermanos Cotrino A&C, también se sienten satisfechos con el final del nuevo génesis.
Otro negocio de reciente apertura, también nos mostró su satisfacción por la conclusión...



y que menos que expresarlo su dueño junto a un -legítimo Ubrique- perro de agua,
 posando en la puerta donde se unen la calle del Idem con la Pilita Abajo.



Y el bar que también ha vivido muy de cerca la polvareda, en todos los sentidos de la extensa transformación de la Plaza en la que convergen cinco calles, 
va a mejorar sensiblemente el aforo de sus veladores, en compensación.




El símbolo de los petaqueros estaba terminado.



La calle en espera de recibir las rodadas de los coches y las pisadas de los peatones.
Corrían rumores que esa misma tarde, ya bien fraguadas las mezclas, se abriría al tráfico.



Pero resultó que fueron falsos. Al día siguiente, a falta de la fuente de la farola, se retiraron por fin, las vallas AU que habían cumplido estáticamente su función, más de nueve meses.



Ya no tendríamos que tener por más tiempo el sentido de la calle San Pedro, invertido.
¡Eso...! ¡Qué ya no habría que coger más por aquí arriba!
¡Por fin ya se puede subir por la calle del Agua!



¡El primer coche!
 ¡Vaya, amarillo! ¿Traerá malfario...?



¡Vaya! ¡Los primeros incidentes!
¡Bueno, se vuelve a colocar y asunto concluído! ¡Y las veces que haga falta...!
Mientras los vehículos que no son pocos por cierto, vuelven a la rutina habitual...



¿Cómo le iba a la fuentecilla que aún estaba en construcción?



Paco, el oficial encargado del levantamiento de ladrillos, literalmente hablando,
 estaba empeñado en hacerlo lo mejor posible.



Y como pilita de cuatro caños que sería había que hacerle la instalación de fontanería en la que participó el servicio municipal de aguas...



del que un servidor, se siente orgulloso de pertenecer. 
Entre todos, incluído el jefe, logramos en equipo hacerla funcionar a posteriori.



Tras unos reajustes pertinentes y necesarios para que se hiciera como fue concebida...



la maciza columna rústica quedó a falta de...



ser culminada por la losa de piedra.
 El resto dependía del trabajo encargado al ceramista
 y que embellecería las cuatro caras de la coqueta pilita...



pero los días se sucedían despues de las noches sin conclusión...



hasta que una tarde sorprendimos a David el de la Ventolera que había realizado en vinilo,
 las reproducciones exactas de las fotografías que debían llevar los baldosines.



La Pilita Abajo que tanto ha costado, no podía deslucirse por cuarenta y ocho baldosas 
de cerámica durante los días grandes de las fiestas de Ubrique. 
Todo el mundo andaba pendiente del finiquito provisional de la buena idea que ha supuesto
 la Pilita Abajo y pronto empezó a cumplir la más importante de sus funciones...
ofrecer agua a los sedientos viandantes. 
Las casualidades de la vida hicieron de nuevo acto de presencia.



La primera bebedora del nuevo génesis es Rocío, de Multiservicios del Hogar que nos ha provisto de los materiales de fontanería para la instalación de la fuente y que no se ven.



El gran artista del ladrillo, Francisco Fabero, dio los penúltimos retoques
 -no hay que olvidar que no estará terminada hasta que estén aquí los mosaicos-
 y "fuera peones". 
La novedad es la novedad...



y durante el resto del día hubo cola para vivir la sensación que
experimentaran nuestros ancestros cuando se inauguró la anterior Pilita Abajo,
  perdida en la memoria de nuestro querido pueblo.



¡La nueva Pilita Abajo está terminada! 
En ella quedan reflejadas hasta otro futuro génesis
 -que esperemos, tarde muchos lustros- 
por un lado el agua, tan básica y primordial en Ubrique 
(no hay más que comprobar que es la Villa de las Cien Fuentes)
 y por otro, el sentir intrínseco de un pueblo artesanal que 
trabaja con ahínco prácticamente de sol a sol,
 para echar hacia delante su industria marroquinera. 
Ahí delante queda la alegoría en piedra de la piel,
 indispensable para los artículos de calidad que marcan la diferencia con el resto del mundo. 
Y para poderla trabajar, entre otras, la patacabra, herramienta genuina y
 personalizada de cada ubriqueño artesano.
 Pero... ¿y los petaqueros? 
Sería maravilloso que quedase patente su presencia en esta 
entrada extraordinaria de Ubrique en verde. 
La idea surgió cuando aquella tarde vimos a...



nuestro amigo Rafael Carretero portando al hombro, junto a la Pilita Abajo, un fardo de pieles con todo el significado que conlleva para esta entrega. 
Y una pregunta... 
¿Y si hacemos un llamado a todo el que quiera para participar en una foto que sería,
 por lo pronto única? Pero esa imagen aún no existe.



¡Está en blanco!
Los petaqueros son el soporte de toda la vida económica y social de nuestro querido pueblo
 y sería, en nuestra opinión, una buena idea hacernos una foto 
junto a la piel y la patacabra de la Pilita Abajo para publicarla en este humilde blog.
Mañana lunes dia nueve de Septiembre, de siete y media a ocho de la tarde, 
acude portando algo representativo del petaquero, un pañete, unas pieles, 
una caja para la tarea, un fleje, una patacabra...
¡Ah! 
No hace falta que seas petaquero pues al fin y al cabo todos estamos interrelacionados.
Sería interesante y de camino, si hace calor todavía, podemos refrescarnos 
en las nuevas aguas del Nuevo Génesis de la Pilita Abajo.


(Nota del diez de septiembre: La foto se ha realizado con éxito.
 Podremos verla en "La Pilita Abajo Petaquera")



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1 comentario:

  1. Una maravilla de entrada que quedará para la posteridad y un magnifico homenaje a alguno de los comerciantes y profesionales del casco antiguo (no son muchos más) que contra viento y OBRAS nos facilitan la vida a los que vivimos en esta zona de Ubrique. Ya veré lo de la foto, petacabra seguro que tengo alguna.

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