Cuando pasamos por la "Guardería" nos vienen recuerdos de cuando se construyó,
allí en Herrera Oria, junto al C.L.A.(colegio libre adoptado: el Insti).
Aquellas tuberías de plomo soldadas "a martillazos" que aparecieron al hacer los cimientos,
supuestamente romanas, siguen expuestas en las vitrinas del colegio Reina Sofía.
La palabra guardería ha quedado obsoleta. Ya se emplean otras terminologías,
pero en los años 70, la palabra "guarde" tenía más caché que la palabra "Miga"
( en lenguaje del pueblo y que significaba "Escuela Amiga").
Con un estilo moderno y un buen equipo profesional, la Escuela infantil
va preparando a quienes en un futuro no muy lejano tomarán las riendas
de la sociedad. Desde aquí les deseamos lo mejor.
Ya nos vamos. Seguimos con nuestro paseo. Pero... ¡Un momento!
¿Dónde está el grupito de niños y niñas que estaba siempre encima de ese poyete?
Unos niños que de tan formalitos, parecían estatuas, siempre quietecitos.
¿Se habrán marchado haciendo "rabona"? ¡Vamos a buscarlos!
¡Hemos dado con ellos! Estaban escondidos a las afueras de Ubrique. Alguien los encontró
primero y al parecer los han castigado por escaparse de su sitio.
Desde luego llegaron lejos, hasta el antiguo matadero que está junto a la "Pasá Portugués".
Pero una cosa es "ponerlos a pensar" como se le llama ahora "¡al rincón!" de toda la vida,
y otra cosa es lo que le han hecho a estos pobrecitos.
Creo que se han pasado con el castigo por hacer "rabona".
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Si no recuerdo mal al menos una de las estatuas había perdido la cabeza antes de que las quitaran del pedestal.
ResponderEliminarun saludo
¡Los pobres! Podían haberlos dejado en su pedestal después de haberlos restaurado. Es verdad que muchas generaciones de ubriqueños han pasado muchos días junto a esos niños de piedra. Solo por sus recuerdos merecen volver a su lugar de origen.
ResponderEliminarLeyéndote la palabra "poyete" tan nuestra de aquí, se me viene a la cabeza una de las batallas campales paisajísticas de nuestra época: la que libran poyetes y balaustradas. Tan rústicos unos y tan clasistas las otras. Y cómo particulares y administraciones van relegando el papel de los primeros para poner en su lugar a los segundos, foráneos advenedizos. Sí, con sus curvas elegantes nos están quitando nuestros poyetes de toda la vida. Pero a ver encima de qué balaustrada se sienta un viejecito a descansar de sus paseos, o una madre a ver cómo sus hijos se revuelcan en la tierra.
ResponderEliminarPues sí, Rafael que más vale poyete asentao que ciento en la carretera Benaocaz. Un saludo.
EliminarVaya colleja se han llevao la niña grande y el niño chico. Tampoco sería pa tanto...
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