Dentro de los apartados del programa que Canal Sur emitió el sábado pasado
y en el que mostraba de una forma subjetiva como Jesulín veía a Ubrique,
hubo uno que según "Ubrique en verde", mereció la pena
-y no es pasión de hermano... Nos referimos a la grabación en directo de
los primeros romanos en "Ocurrris" (para la televisión, ¡claro!).
(Ya sabemos que al nombrar a nuestra ciudad romana, en este blog se colocan las tres erres porque algún erudito algo despistado, perdió una y nosotros la hemos recogido. Ahora
existen más motivos si cabe para que conserve su toponimia tradicional)
Así que aquel domingo de glamour en nuestro Salto de la Mora y bajo la supervisión
del águila imperial de Roma
(aunque ésta que nos espiaba con tanta atención era una culebrera ¡que no un gavilán!),
los romanos de nuestro pueblo que bajan todos los años por la calzada desde Benaocaz,
se disponían a dar a conocer a la audiencia,
no sólo su actividad si no la historia de Ocurrris.
Las miras de un buen número de ubriqueños estaban puestas en dirección al promontorio rocoso que tantos rios de tinta ha hecho correr en todas las épocas.
"¡Resuenen las trompas...!
¡Los primeros romanos de Ocurrris (para la tele) van a prepararse para entrar en acción!
¡Andalucía tiene que conocer nuestra ciudad romana y hay que poner todo
el empeño para que la empresa sea lo más fructífera posible!"
"¡Hay que recuperar la "R" perdida hace unos años para que en el vocablo Ocurrris reviva
la contundente brillantez sonora que lo caracterizaba!
¡Nuestra ciudad nos espera!
¡Preparémonos sin premura!"
Así lo hizo Cayo, el Ocurritano, poniéndose su capa...
o el centurión Currus Máximus, dispuesto a afrontar la aventura con enorme ilusión...
y esfuerzo. Él iba a ser el romano parlante explicativo ante las cámaras.
El nerviosismo era patente...
-"¿Y qué tenemos...que subir por ahí?
-"¿Y qué vamos, a salir en la tele?"
-"Espera que te abroche las correas de piel de Ubrique".
"Alea jacta est -La suerte está echada."
Como no, los primeros en comenzar el ascenso a la ciudad romana de Ocurrris,
fueron nuestra autoridad municipal (la de Ubrique y
que no sólo autorizaron el singular acontecimiento si no que hicieron de perfectos cicerones)
y el presentador de Canal Sur, Rafa Cremades con su equipo técnico.
Estuvieron hablando de la puesta en valor del recinto arqueológico y el centro de recepcción.
Y allá van. Encabezando a los romanos ocurritanos el centurión que por lo pronto calzaría
unos "sportibus" para no resbalar como explicaría más tarde.
Le siguieron las huestes, patricios, lacayos, plebeyos y
miembros del foro romano.
Y como no...
nuestro flamante gladiador Joanus Cri, dispuesto a dar la vida por Roma y su
imperio... sólo si fuese estrictamente necesario, como lo demuestra blandiendo su
gladius en la mano derecha y su escudo con Rómulo y Remo
(fundadores de la capital imperial) amamantados por la loba capitalina,
en la mano izquierda .
¡Ave Caesar, morituri te salutam!
(Ave César -ausente en este viaje- los que van a morir te saludan)
Y al grito de los gladiadores antes del combate...
ascendemos por la "vulgaris calzadam modernae", siguiendo el rastro que nuestros
romanos ocurritanos van dejando al paso.
Los cuales eran contemplados con curiosidad por los actuales habitantes de Ocurrris
en el Salto de la Mora. Los aborígenes "a balaban" con máxima atención
la presencia de los conquistadores temporales de su territorio.
Seguro que sus antepasados conocieron a los antepasados de los antepasados romanos.
Mientras se subía, el regidor del programa tuvo una idea y el equipo técnico retrocedió
unos cuantos metros sobre sus pasos; grabarían primero las piernas de Rafa Cremades
caminando por el trozo de auténtica calzada que hay más adelante, antes del columbario.
El séquito anduvo con paso firme, fuerte y seguro...
sin prisa pero sin pausa...
por el camino sequito (lucía el sol esa tarde de domingo) en pos de la aventura televisiva.
Los romanos y romanas además de los acompañantes y un servidor que acudió como reportero
romano local (Ubrique en verde siempre gustó hacer los reportajes de los reportajes),
ascendiendo inexorablemente por el sendero de trazado mixto...
porque aún se conservan trozos originales, contando con la friolera de dos mil años
allí colocados y por los que los modernos de a pie tuvieron que hacer alguna
que otra filigrana para no resbalar, alcanzamos la cota...
del Columbario -primera parada para la entrevista.
La actual "habitanta" ocurritana (por lo de la igualdad), ignorando a los humanos,
ramonea las accesibles hojas del algarrobo como diciendo... ¡A mi, plim!
Se van tomando posiciones... algunas pueriles más atrevidas que otras.
De pronto se oye un griterío.
¿Será brava o será mansa? -como dice el cuadro de la venta de las Cumbres.
La pequeña res, por supuesto mansa, se fue a otra cosa mariposa huyendo asustada
de la presencia inusual de romanos y cámaras en "sus dominios".
No hizo falta que viniera Jesulín durante toda, toda, toda la grabación
para salvar a "su pueblo", afortunadamente.
Manolonio Castrus et Currus Máximus se disponen a abrir el candado de la cancela
del mausoleo pero por lo visto es un candado múltiples veces violado y la llave
no servía. Entonces gritaron...
"¡Ave César!
Pero la cancela no se "ave".
Entonces recurrieron a otro truco clásico pero más moderno y gritaron...
"¡Áve te, Césa mo!"
Pero tampoco.
Las cámaras de Canal Sur no pudieron grabar el interior de uno
de los más importantes monumentos funerarios del mundo romano.
Currus Máximus se había descalzado los "spórtibus" y colocose las sandalias
de auténtica imitación a las de los legionarios romanos que llevan tachuelas en las suelas
para no resbalar en el barro y marchar contra el enemigo con firmeza.
Sólo le faltaba deslizar por su cabeza el desmesurado casco imperial.
Por lo visto eran así.
No es que le estén haciendo cosquillas ni le dan un masaje a la romana.
Le están colocando el "audioamplificatorum sem ilus et incáblicus" para la retransmisión.
Los primeros romanos en Ocurrris que van a ser grabados
para retransmitirlo por la televisión ya...
están preparados para la magna empresa de decir a la audiencia con el corazón...
¡Este sí que es mi pueblo!
Y esperan ilusionados para el cumplimiento de un ancestral deseo...
la llegada del enviado especial (que por cierto se mostró como un profesional -gracias Rafa)
de Canal Sur para que andaluces, españoles y del mundo conocieran la maravilla.
Aquella que supo poner en alza nuestro padre, el maestro Don Manuel Cabello Janeiro
(que por algo forma parte integrante del conocimiento cultural en el centro de
interpretación de la historia ubicado en el San Juan) y que luchó hasta sus últimos dias
por su estudio, su conservación y por mantener su autentico topónimo...
¡Indiscutiblemente con dos erres como siempre lo fue desde los íberos
y que por supuesto fueron antes que los romanos!
(En la segunda parte veremos el reportaje del reportaje de lo que pasó)
.
¡Genial!
ResponderEliminarUn estupendo toque de optimismo en dias de embargos y crisis.
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