Agua fresca

Cuando hablamos de agua fresca no se nos viene a la cabeza el agua de los charcos...

y mucho menos si está en la puerta de tu casa aunque esté lleno de agua recién llovida.

Agua fresca es aquella que se guardaba antiguamente en los búcaros 

pero quedaron obsoletos y abandonados. Además, sólo servían para unos

cuantos buches. Para encontrar agua en cantidad hay que esperar a que llueva 

como lo ha hecho estos últimos dias (ya llevamos más de doscientos litros)

e ir a buscarla al trasvase...

a ese túnel que hicieron para traer agua del rio Guadiaro.

Cantidades ingentes del líquido elemento que ocupa periódicamente y 

de manera artificial, la cuenca de la garganta de "Barría".

Agua que aunque fría no podemos decir que sea fresca pues trae consigo

el aroma a química que tiene el rio malagueño...

y que busca con fuerza desde que sale del túnel de doce kilómetros,

el pantano de los Hurones (donde estuvimos este verano, buscando el puente).

Pero antes cruza con aires de triunfo los arcos del puente de los Cuatro Ojos

(cuya toponimia todavía es un enigma). Pero esta agua no nos repercute a los ubriqueños.

Nuestra agua fresca de verdad también depende de la lluvia y lo normal cuando lo hace es...

que reviente nuestro principal nacimiento, el Cornicabra.

Agua fresca que surge de debajo de las piedras y se encauza directamente a

los grifos de nuestras casas. La que sobra...

se derrama al acuífero por dos vertientes. Una parece el tobogán de un aguapark...

viniendo a reaparecer más abajo y descubriendo lo que hay tras la higuera, sumando sus

moléculas de H2O a las que vienen del arroyo del Búho y que aparecen a través del

túnel de la izquierda...

que por supuesto este verano ha estado más seco que el ojo de Benito.

 A esas aguas de la izquierda se le agregan las del antiguo molino 

que también son sobrantes del Nacimiento pero que...

cambian el recorrido. Por estas "tajeas", el conducto que traía los otros sobrantes

 se transformaba antaño, en la energía encargada de accionar...

el mecanismo molinero,  ya obsoleto, llamado rodezno...

y ofreciéndonos una de las estampas más típicas de Ubrique pero

que arranca de nuestras bocas un "¡Ay que pena!"

 por su estado de total abandono.

¿Quién no se ha llevado en su cámara o en su retina la imagen de

 este arco con su susurrante agua surgente?

El arroyo del Búho y el agua del Nacimiento de la Cornicabra 
se juntan en el Rodezno...

que pasando por debajo del puente de la calle San Francisco y el antiguo acueducto...

buscan el camino de la libertad a través del pueblo pero antes les queda una prueba de saltos...

que les espera bajo el nuevo puente de la avenida del Rodezno 

(otro lugar cuya toponimia es un enigma).
 Aquí el susurro se torna...

momentáneamente en trueno.

Es muy desaconsejable bajar estas aguas en piragua o similar...

 porque... ¡Puede resultar caro!

 No obstante,  la estampa bajo el puente es espectacular.

¡Esta sí que es agua fresca!

Agua que aún sólo es arroyo que busca el antiguo puente de Tabla.

 Un pelín más allá es donde viene a juntarse...

con las aguas llovizas que vienen del Rano (arroyo Seco) que una vez se le hayan unido 

 los sobrantes del otro manantial típico ubriqueño, el Benalfil...

el de los Nueve Caños (también su toponimia es una incógnita) y 

que este verano igualmente ha estado seco como una tarama...

bajo el puente de la calle Corregidor se juntan los dos arroyos formando el río Ubrique

 que sigue su curso como en el juego de la oca:

De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente.

De esa manera nuestra agua fresca termina uniéndose con las del Trasvase 

en el Enriadero y...

(Pero eso será otra historia)

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