domingo, 12 de enero de 2014

II -Rincones escondidos

Nuestro querido pueblo cuenta con numerosos recovecos ocultos a la vista
en general y es grato para este humilde blog, buscarlos y ofrecerlos 
para así animar a salir de paseo por las intrincadas calles con las que
tenemos el placer de contar. En sí, el propio Ubrique es
como si estuviera inmerso en un rincón escondido.
 De ello nos damos cuenta cuando llegamos a las Cumbres desde la
 carretera de El Bosque. ¡Hasta última hora no nos muestra su esplendor!
Más todavía, si sobre él se cierne el manto blanco de un día de niebla.



Buen comienzo para esta entrega es una foto que pudimos hacer tras la tapia
 del mirador del San Antonio -en la ruta de los Miradores- el día que se celebró
el primer encuentro de Ubrique en el recuerdo
La curiosidad, el repecho y la cámara...



plasmaron, pegado al muro de la ermita, este antiguo patio con su empedrado tradicional.
Desvelado queda uno más de los secretos del San Antonio. ¿Sería la casa del cura?
Una de esas maravillosas vistas de las que se pueden disfrutar
 junto a la espadaña que es nuestra seña de identidad,
es precisamente una placita escondida...



puramente típica y poseedora en sus entrañas, de un incalculable valor
histórico y cultural. Nos referimos a la plaza de la Verdura.
Esta imagen que refleja una tranquila plazuela de pueblo,
 podría pertenecer perfectamente al futuro de la misma.
Sin embargo, la realidad presente...



lamentablemente es otra.
 -Ya quedó patente en "la plaza de la Verdura.Presente y futuro".
 Si el segundo motor económico de Ubrique se mueve
gracias a los ingresos obtenidos del turismo incipiente,
este uso indebido del emblemático lugar, atenta directamente contra él.
Sólo doce coches ocupan el último reducto del Casco Antiguo.
Hecho que no soluciona el problema de aparcamiento del que adolecemos.
Y sin embargo, es como una "puntilla en el cogote" del conjunto histórico
de nuestro querido pueblo, declarado bien de interés cultural
hace una década. ¡Diez años de asignatura pendiente!



Si el segundo motor es el turismo en Ubrique, existe otro rincón escondido
en otro edificio emblemático de cuya bóveda pende multiplicada,
la herramienta diferenciadora del primer motor económico...
la marroquinería. Si alguien aún no se enteró, ya publicamos
hace algún tiempo, aquello de "cómo hacer una patacabra".
Tras ellas se encuentra otro rincón escondido llamado claustro
al que deberíamos hacerle una visita de vez en cuando...



pues con bastante frecuencia se nos brinda la oportunidad del disfrute pictórico.
En esta ocasión se trató de la exposición de nuestro entrañable Agüera.
-"¿Que por qué a este patio se le llama claustro?"



Pues porque pertenece al Convento de Capuchinos.
Monumento que podemos ver desde un lugar muy cerca del pueblo...



pero escondido entre malezas, por detrás del Rodezno.
La exuberante vegetación, entre la que podemos camuflarnos perfectamente, 
se debe a la abundancia de agua...



que mana bajo las piedras. Este rincón escondido se llama huerto de Carretero.
En su linde inferior se encuentra el singular madroño del Rodezno
y algo más abajo, casi dentro del pueblo...



el principal  manantial para el abastecimiento de agua potable.
Por esa peculiaridad, el Nacimiento del Cornicabra,
 es uno de los rincones escondidos por excelencia.
El término Ubrique, significa lugar de abundante agua.



Y en el Nacimiento podemos presumir bien de ello.
¡Seguimos con lugares escondidos!
Ahora le toca el turno a otro manantial...
El de los Nueve Caños -salido del romancero de las fuentes del pueblo.
Junto a él se encuentra el templete del Benalfil. Su interior es un rincón escondido...



pero no va ser el momento de descubrirlo, por ahora.
Si los rincones escondidos son aquellos que pasan desapercibidos...



-"¿Quién adivinaría que este arco, de los puentes de Madis... ¡oh, perdón! 
de los puentes de Ubrique, es el de los Callejones?"
-"¿Y se puede saber qué es esa bola redonda que hay en el agua?"



-"¿Quién adivinaría que este florido rincón está junto a la iglesia de la Plaza?"



-"¿Y quién adivinaría que esta pared de diseño, como sacada de una obra surrealista,
está justo al lado de otro edificio emblemático como es la ermita de San Pedro,
felizmente restaurada para el disfrute... de los plenos municipales?"



Este genuino nombre de Ubrique, rubrica la autoría...



de esta magnífica y bella escena mitológica, pintada hace más de setenta años.
Perteneció a las obras que decoraban las paredes del Salón Siglo Veinte
en la calle San Francisco. Este lugar mítico, ya mencionado en el cine en Ubrique,
es un rincón escondido desde que se cerró. ¡Habrá que ir!



Como rincones escondidos eran antiguamente, los bares de nuestro querido pueblo.
Éste en particular, dicen que era el Descanso... ¿Sí o no ?
¡Cuántos rincones históricos!



como el foso-callejón de la Escuela del "Tío Fício" -de Artes y Oficios"
que después fue el Ambulatorio y después fue la "Aiss" y que, cuando jóvenes...



practicábamos insultantes partidos de baloncesto entre equipos como
los Chatos o los Golfos. ¡Tiempos gloriosos anteriores al Pabellón!



-Detalle de rincón escondido-



Entre la calle Villaluenga y la Torre, podemos disfrutar aún de esta preciosidad
que nos remonta a un tipismo ya desaparecido.
Retazos de historia que aún nos encontramos si nos fijamos...



como este genuino escalón de roca caliza, posiblemente extraído
 de la cantera del camino de Benaocaz. Está en la calle Tragamasa
que al igual que la Torre, ambas son calles con dos nombres.
Sin embargo no todos los detalles que podemos ver por
 los rincones escondidos son de lógica estética.
En el callejón del Norte, uno de los rincones escondidos más visitados...



podemos disfrutar de este retazo de arte vanguardista.



Y en el corralete de la Trinidad del que podemos decir 
 lo de, "esta casa es una ruina", completamente.
Eso sí, adornada por los decoradores de exterior.
Tanta debacle por los rincones escondidos
-hay quien apunta que hay más de doscientas viviendas abandonadas-
vive en continuo contraste con aquellas que fueron felizmente restauradas...



como la casa del Notario, donde vive nuestra hermana Esperanza -la del blog Lila.
En el callejón escondido de Rojas, podemos ver esta parte trasera de su vivienda.
Prometemos seguir buscando y sumando, rincones escondidos como ya lo hicimos
anteriormente. Para terminar, un rincón con una casa que...



es desconocida para la inmensa mayoría de los españoles, 
a pesar de los pesares.



Rincones escondidos de Ubrique, en los que y desde los que
 podemos disfrutar de estampas típicas inigualables.
¡A propósito y viendo nuevamente el Salto de la Mora, enmarcado...!
¡A ver cuando reabren las visitas a la ciudad "iberromana"
 que somos muchos los que tenemos ganas de dar una vuelta a Ocurrris!



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2 comentarios:

  1. http://www.elperiodicodeubrique.com/2014/01/15/campana-de-recogida-de-firmas-para-dejar-la-plaza-de-la-verdura-libre-de-aparcamientos-de-vehiculos.html

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  2. ¡Muy buenos rincones!
    Lo mejor de la trasera de la calle Rojas,3, ahora que he visto tu foto, es el cable que entra en la casa en diagonal, saltándose las normas no escritas de ángulos rectos :)

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