domingo, 11 de mayo de 2014

La venganza de los pinos.

Diseminadas por la sierra de Ubrique, aún quedan algunos ejemplares de encinas,
normalmente en lugares escabrosos y de difícil acceso que se libraron de la tala
"normal" a la que fueron sometidas para la obtención de energía, tiempo atrás.
En la acción sobre los árboles por parte de los humanos, está claro...



que siempre el "ganador" es el mismo.
-"¿Para qué los queremos si al fin y al cabo, sólo dan oxígeno?"
-"¡No vamos a comparar un árbol con un hombre...!"
Ya hemos hablado del tema en este humilde blog, en entradas como
"Ubrique en verde de luto" y no bajaremos la intensidad en la causa de su defensa.



Siempre que muere un árbol, se lleva al otro barrio algo de nosotros mismos.
A veces no tiene explicación fácil como aquél piñonero que estaba en la barriada 
de "los 18 de las 113", a las puertas del colegio Ramón Crossa...


 que un día gris y nublado, empezó a amarillear...



y poco después sus pinochas secas regaban el suelo que lo acogía.



Como consecuencia... ¡Su desaparición!
Dicen que alguien le echó algo.
Dicen que el mal lo trae la atmósfera.
Dicen...
El caso es que el árbol sucumbió.



Otro caso de agresión más claro, lo tenemos en la hermosa araucaria de los
"árboles exóticos" de Ubrique, que un día...



apareció descabezada.



Sin una explicación aparente los restos de la copa yacían desperdigados por el jardín...



y su cúspide, antes vigorosa, ahora yacía recia e inerte.



En ocasiones es posible que se produzca un incendio como el que ocurrió
el verano pasado en el nuevo polígono junto a la Vega Realejos.



Menos mal que los bomberos llegaron a tiempo para poderlo mitigar.


Resultó ser un cable que se había precipitado y formado el "circo"...
¿Y las culpas para quién...?



¡Cómo no, para los árboles! 
Una vez más los esbeltos seres fueron castigados duramente.
 Es como lo "del huevo y la gallina";
 ¿Quíén estaba antes?



¿Quién sembraría debajo del tendido eléctrico un pino piñonero junto a los Nueve Caños?
Cuantito se elevó con notable porte...



tuvo que ser sacrificado. 
-"¡No vamos a quitar los cables por un pino!"



Y aquél que se erguía al lado del templete del Benalfí, fue despojado
por "orgulloso", de toda vida de duro vegetal.



¡Uno menos, pan para otro!



Fue hecho trocitos manejables para su desalojo. 
Una vez más, los humanos vencen.



Y no todos los troncos despojados a la Gran Madre Tierra, tienen este bello fin
y sirven para crear más vida en un último y generoso gesto.
 El ser humano tiene otras miras...



para con ellos. Nos gusta ser acaparadores de madera.
Ya vemos que los cables y los árboles no se llevan bien...



y quizá sean los piñoneros de nuestro querido pueblo los que se llevan la peor parte.



Todo aquel que brota de la tierra bajo el tendido eléctrico, nace sentenciado.
¡Deberíamos tenerlo en cuenta!



Cuando llegue, no importa el tiempo, a la altura de los cables...



ahuecará el ala. 
-"¡O estás conmigo o estás contra mí!"
Por lo que, a nuestro antojo, lo cogemos...



lo cortamos...



y lo troceamos convenientemente para que nuestro "progreso" siga prosperando.



Los pinos están tan "mosqueados" que ya crecen de lado...
¡Cómo evitando a los cables! ¡Huyendo de ellos!
 ¡Y ya están hartos!
¡Por eso se han puesto de acuerdo y han empezado a elucubrar la venganza!
El primer ataque ha sido contra la base central de donde parten los cables.



y según ellos, no es en una venganza en sí sino un acto de genuina defensa propia.



La actividad depredadora sobre ellos en pro de nuestra cómoda electricidad,
ha provocado que cientos de kilos de madera de pino se hayan precipitado sobre...



uno de los edificios que marcaron la "prosperidad" en Ubrique.



La pugna entre los cables y los árboles seguirá existiendo mientras estemos
nosotros "como vida inteligente" usando a la Gran Madre Tierra a nuestro antojo.
Es una lucha desigual pues es "madera contra motosierras"...



pero el gesto heroico del pino contra la eléctrica es un aviso para que seamos 
más ecuánimes y ecológicos en nuestras acciones.
 Por cierto, ya sabemos el fin que va tener nuestro protagonista. 
Es lo más parecido a la crónica de una muerte anunciada.
Por eso, los pinos de Ubrique -los que van quedando- reunidos en sesión plenaria
y a través de las raices, por supuesto, han resuelto proclamar al árbol vengador,
como pino mayor del reino vegetal de Ubrique y así, como su patrono... 
"San Pino mártir, el vengador".



(Nota del 21 de Mayo)
Nuestro protagonista ha caído hoy abatido por las motosierras. ¡Ya se sabía!
En su espectacular caía y muerte pudo seguir vengándose de otras artificialidades
de los humanos. Se llevó por delante la baranda del caminito a la Calzada.







¡RIP San Pino Mártir, "el Vengador"!




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