Existe en Ubrique un lugar típico...
de recónditos rincones que se encuentra cerca del Convento...
por debajo del nacimiento de la Cornicabra.
Aún se conservan gran parte de las ruinas de un antiguo molino que obtenía
su fuerza motriz de las aguas del nacimiento...
que llegaban hasta él por elevadas tajeas.
Detrás de la puerta que hay tras la higuera...
está el resto de las ruinas...
pegadas a las faldas de los tajos de la que obtiene el nombre el manantial.
Piedras...
sobre piedras que han contado...
interminables siglos.
Restos de soportales con arcaicos e imperecederos robles...
y muros viejos con un "Tardío" pasado...
que denotan la gloria y esplendor de antaño.
Junto a la casa de Consumo (antigua Hacienda) de la calle San Francisco
donde se cobraban aranceles y se trataba de evitar el extraperlo , existían...
Molinos, batanes, tenerías... todo un hervidero de vida.
Una auténtica premonición de los modernos polígonos industriales.
Unas construcciones que permitían...
el paso de agua por debajo de sus cimientos.
Pero para explorarlo hay que esperar al verano...
y así poder pasar a través del túnel entonces lleno de perritos secos.
Túnel misterioso que hoy deja de serlo.
De humilde construcción abovedada, las arañas en su techo de ladrillos rústicos,
sus telas penden, vibrantes a la corriente de aire.
En su pared derecha se vislumbra un hueco para los sobrantes de agua...
que en verano se seca.
De vez en cuando, al pintoresco lugar se le hace algo para limpiarlo de maleza...
Y de tarde en tarde alguien lo afea.
Este lugar maravilloso es el Rodezno.
mil veces dibujado (incluso el ganador del II concurso de pintura rápida lo usó de modelo),
por pinceles locales o forasteros, cada uno con su peculiar estilo -como José Luis.
O como éste que es una genial copia elaborada por Fernando, de...
este otro que pintó Juan Carrasco en 1979...
o esta foto que muestra la actividad lavandera de otrora.
El último molinero del Rodezno se llamaba Antonio, el de Arcos.
El molino fue abandonado a mediados de los años sesenta.
Aquel encanto que tenía, se perdió...
aunque aún conserva parte de su embrujo,
especialmente en un día de niebla cualquiera.
.
A simple vista, pareciera que el Roen-no tuviera una sola foto. Eres un sabueso fotográfico y te agradecemos que lo compartas, Manolo
ResponderEliminar