lunes, 17 de septiembre de 2012

Las vacaciones. 2ª parte

Esto de coger las vacaciones por semanas tiene su cosilla porque nos permite
el aumento de la movilidad.  En la primera parte estuvimos en la playa, con
 "todos los inconvenientes" que ello acarrea. Esta segunda parte de las vacaciones
  nos brinda la oportunidad de realizar un viaje, así que nos despedimos de
Spiderman que está colgado por los medios audiovisuales y enmarcado por
 la impresionante Sierra de Ubrique. 
Ya no veremos al superhéroe más hasta dentro de una semana, al regreso si sigue ahí.



¡Viajar por la piel de toro!  ¡Viajar...!
Desde la prehistoria fue prácticamente una necesidad.
Conocer, contrastar, admirar, intercambiar, saborear, desconectar, descubrir...
Y lo dejamos porque se va pareciendo a una lección de verbos en clase de Lengua.



¡Al sur son cuadriculadas...! (No las mentes si no las alpacas de paja)
Tierra seca. España agostada y amarilla.



Casco antiguo de Cáceres. ¡Ejemplo de conservación del patrimonio!
Y en él, una torre especial para Ubrique en verde.



Una gárgola labrada en la autóctona roca del cuarzo, el feldespato y la mica;
el granito para entendernos.
Es como un canalón para desaguar las lluvias pero con alguna diferencia.



Béjar, Salamanca. A estas alturas del viaje ya habremos caído en la cuenta de
que transcurrimos por la "Silver Way" (por lo del bilingüismo, como la Peña flamenca).



En Béjar solucionaron tiempo ha, el tema de si "zócalo sí o zócalo no".
Mejor forrarlo todo de tejas que allí llueve bastante. Y lo que se ahorran en monocapas.
Pero hay poco trabajo  para los pintores de fachadas. Ahora, eso sí, los balcones
con macetas son como los nuestros.



Hasta el pan de Béjar es "diferente"; se parece a una salamanquesa.
¡Claro! Béjar de Salamanca y de Salamanca, salamanquesa... ¡Je!

Avanzamos carretera y manta un poco más, camino a la capital
y al llegar, buscamos el pañuelo para recogernos la baba .



Si damos un paseo por Salmanca, podemos admirar sus maravillas
arquitectónicas cargadas de historia. Si las buscamos en Interné las podremos conocer.
Lo que no encontraremos es esta bienvenida que nos brinda 
este simpático rostro en la Plaza Mayor.



También nos llamó la atención el guitarrista que pulsaba las cuerdas bajo la
Casa de las Conchas, buscándose la vida agradando los tímpanos ajenos.
 Por su buen hacer acústico, no tuvimos más remedio que "desconcharnos" con él.



Pero también hay arte puramente urbano impreso en las paredes de la ciudad salmantina
y digno de admirar. Parecía salido de un concurso de pintura rápida como el de Ubrique.



También de las paredes pendían objetos "energizantes" y curiosos ante nuestra retina.

Mientras continuábamos el camino hacia el noroeste, el paisaje iba cambiando poco a poco.



Es curioso observar como la forma de la alpaca torna del prisma rectangular al cilindro.
Estamos llegando a Terra Galega, cuna de alguno de nuestros antepasados.



Esta meiga (que haberlas haylas) nos da la bienvenida a Lugo, junto a su catedral.
Nuestro viaje continúa y llegamos a A Coruña (A es La en galego) y cual 
fue nuestra sorpresa que nos topamos antes de tiempo...



con Spiderman por allí colgado. Es de admirar la velocidad en sus desplazamientos;
de Andalucía a Galicia antes que un coche. ¡Genial!



De A Coruña pudimos ver poco. Mientras desde aquí abajo nos contaban que sufrían 
una ola de calor sahariano, allí tuvimos que cantar el fragmento de los Borrachos
del Selu: "ahora mismito voy a ponerme una rebequita".




Menos mal que a media mañana fue levantando y nos quedamos perplejos
 con la grandeza imponente de la torre de Hércules y sus alrededores...



Con su pintoresca Rosa de los Vientos que señala a todas partes, incluida A Costa da Morte.

La costa gallega es tan antigua...



que hasta las rocas muestran sus sienes plateadas por sus longevas algas.




Tan antigua que hicieron un homenaje a la prehistoria en aquellos límpidos contornos.
Trilitos y menhires como los de Obélix.



Menhires de granito pero con...



sorpresa, cerca de la Torre de Hércules.

Y como no, viniendo un futbolero en el grupo viajero, le dimos un gustito
y pasamos por el Riazor.



Allí el "antirepublicano deporte rey", roza la religión. ¡Cosas del fútbol!
Aunque no somos pocos los que estamos más interesados en otros menesteres como por
ejemplo los cómics; por eso fue una sorpresa saber que se celebraba la semana
internacional de los tebeos. (Ya entendemos por fin lo de Spiderman) 
Fue muy grato para nosotros...



toparnos frente a frente, con el Capitán Trueno en la plaza de María Pita.



Galicia, tradición marinera,  escuela de deportistas olímpicos...



y recreo para los turistas.



Antes de iniciar el retorno, nos despediremos de los grandes veleros que vinieron desde
Cádiz, atracados en el muelle nuevo porque el antiguo y romano -ahora excavado-
estuvo sepultado la friolera de casi dos mil años.



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3 comentarios:

  1. No diré "buen viaje" porque suena sesuá... pero diré buen "reporviaje".
    Por cierto, cada vez me cuesta más demostrar que no soy un robot

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  2. Me gusta el reportaje, es como viajar sin moverse de casa (a falta de pan...) Gracias, Manuel.
    ¿Petenor, no será que eres un robot?

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    1. Puede ser, Juanarenas... algunas veces se me encasquilla una rodilla y hay que verme andando

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