viernes, 4 de enero de 2013

El Portal del Caldereto

Hay costumbres navideñas que quieren poco a poco implantarse en nuestra propia cultura
pero pensamos que todo lo más que logren sea mezclarse. Dicho de otra forma,
el papá Noel está repechando  por los balcones intentando subir
 a la sierra para quitarnos la estrella de Oriente que...



tan afanosamente colocaron nuestros intrépidos electricistas en tenguerengue
sobre la cúspide de la Cruz del Tajo.



Por mucho que quiera el Noel ese con su árbol, Ubrique 
siempre ha sido de los Reyes Magos y el Belén.
No hay nada más que ver la celebración del Portal Viviente que hacemos todos los años.
Será porque Ubrique en sí mismo, es como un portalito al regazo de la sierra.



Pero por encima de él hay un barrio llamado el Caldereto (el barrio más alto del pueblo),
que en su seno esconde un secreto que mucho tiene que ver con la tradición
"portalística" (si de Belén, belenística; de Portal...¡Pues eso!).



Es como si él mismo fuera un portal, sobre el Portal.



Para darle más emoción a la aventura, elegiremos un día de niebla y deambularemos por
por sus estrechas y empinadas calles en busca del secreto navideño que 
no es ni más ni menos que...



lo que encierra un humilde tenderete de autoconstrucción, en un solar donde antaño campaban
a sus anchas multitud de conejos y del que nos llama la atención que hay movimiento
y unas estanterías que están repletas de...



curiosas figuras. Son representaciones; manualidades en miniatura...



junto a una especie de taller artesanal.



Fijando nuestra atención, muchas de las figuras representan familiaridades
a los ojos de los ubriqueños. Son la obra de un artesano local hechas en corcho
de los Alcornocales y elaboradas minuciosamente.



El artista es Manuel Guerrero Salas...-y a petición de él-
alias "El Caoba". Nos habla orgulloso de sus trabajos: 
Está preparando decorados y figuras para los portales de Belén.
Incluso tiene pensado hacer una exposición.



En su singular taller al aire libre no falta ni un solo detalle.
Es increible verlo encontrar cualquier cosa que busque entre su personal orden caótico.


Sus trabajos en corcho posteriormente los decora con pintura y accesorios; 
unos más elaborados que otros pero todos realizados con la ilusión y la creatividad
que caracteriza a los artesanos ubriqueños.



Animales tirando de carretas.



Casitas de corcho en escenas montañosas.



Palmeras simuladas, aprovechando la curvatura natural del noble material.
Chimeneas de formas "sospechosas", flores, arcadas, vallas, escudos en piel y
-será porque es ubriqueño- con la Cruz siempre presente.



La casita con el peñón del Caldereto al lado.



Simpáticas construcciones muy peculiares coloreadas, 
 ya terminadas y en espera de destino.



La Cruz del Tajo (que es la que queda de las tres legendarias a sabiendas
de que hace falta incluso, una cuarta Cruz), como ya dijimos, siempre presente.



Y bajo ella no podía faltar un original San Antonio, mostrándonos sus secretos de corcho.



Manuel se enorgullece cuando nos habla de que todo es aprovechable,
enseñándonos los recortes de lo que sobra de las pieles
 una vez se la han extraido los platos para las piezas.



 Nos dice que también le gusta pintar sobre piel.... Y si somos ubriqueños no nos tiene
que decir que este cuadro representa el Callejón del Norte, allá por la Torre.



Literalmente podemos decir que todas estas maravillas, son de "Caoba".
 Atrás, colgados de la "pared", penden varios de sus recuerdos como ese cuadro
que contiene una fotografía de su...



afición cuando era joven y los partidos que se echaban en el "Balbadillo" (según los chinos)
 o cuando tenían que subir a jugar a "la Aljibe" o a Vega Redonda.
También comentaba la suerte que tuvieron las siguientes generaciones pues les instalaron...



una cancha deportiva allá arriba en la sierra, junto a sus casas por encima de los Pinitos.



 Agradecemos su deferencia y nos despedimos de Manuel Guerrero, "El Caoba",
 rogándole que nunca pierda la ilusión por la afición...¡Merece la pena!
Dejamos atrás un claro ejemplo de la creatividad latente en nuestro querido Ubrique. 
Sabemos que es un pueblo lleno de artistas que usan su tiempo libre
para su desarrollo personal y así edifican nuestra propia ideosincrasia. 
Hemos de decir que su insólito local, estaba lleno de niños 
pero no hemos sacado a ninguno porque después hay que andar
 "pixeloparcheándoles" la carita de embobados que tenían, admirando la labor del artista.



Cae la tarde. La niebla se ha disipado... Debajo del Portal del Caldereto,
 un Portal llamado Ubrique, enciende las guirnaldas de sus calles. 
Y ambos acurrucados, preparados para pasar el frio de la noche, bajo un mágico...



cielo que la Madre nos ofrece en estos entrañables días de regalos y celebraciones.
Y como no, de creatividad.



.

2 comentarios:

  1. Mis mas sinceras enhorabuena!Manuel,me ha encantado.........q recuerdos de mi Caldereto.El CAOBA todo un artista si señor....Gracias por trasladarnos tantas cosas q forman parte de nuestra historia.

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  2. Gracias de corazón. María. Sólo añadir a la entrada que en las cosas sencillas está la grandeza.
    Cordiales saludos.

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