(¡Más vale tarde que nunca!)
Cuando vemos a la Patacabra gigante emperifollada con arte e ingenio por la calle,
una lagrimita corre por la mejilla de los que aman la fiesta del Carnaval ubriqueño
pues el hecho denota que llegó el momento postrero de don Carnal.
Ya sólo queda lustrar los disfraces y guardarlos en el baúl
por si el año que viene nos sirven otra vez.
Durante esa última semana, todos los centros educativos tuvieron su
momento brillante y colorido, incluso el genuino Curtido.
Los colegios celebraron sus particulares pasacalles,
luciéndolos ante una nube de improvisados fotógrafos.
Es de admirar la labor de los docentes que, si bien su labor del día a día es
ardua e inagotable, incluyen en el proyecto educativo el Carnaval, prestándose
con entusiasmo a la tarea de inculcar la cultura de febrero en las nuevas generaciones
y como no, practicando con el ejemplo. Así nunca decaerá lo que
tanto nos costó recuperar en aquellos años ochenta del siglo pasado.
Por fin Ubrique en verde pudo capturar algunas instantáneas de las agrupaciones
que no vimos en la Chorizá, cuando estaba el Carnaval en marcha.
como los "Glóbulos Rojos" o las "historiadoras"...
del "Salto de la Mora" que se dirigían a la Peña Bilingüe Flamenca ubicada en
la plaza de "aparcamientos" de la Verdura, a echarse unas coplillas chirigoteras.
Esa misma noche del último sábado de Carnaval, pudimos ver la vuelta del
creador de la Patacabra gigante que regresaba con sus inseparables bandoleros,
el tipo de este año, de "la Jardinada".
Según nos contaron, la "Jardinada" es una manera de alargar algo más el trágico
momento de la quema de la representación de la herramienta artesana
ubriqueña por excelencia. Dicho fuego representa el fin de la imprescindible
diversión para continuar con el trabajo diario y la penitente Semana Santa.
En "este afoto" podemos ver al amigo Domingo con Laura que es la hija de
Leandro que está al lado con su trabuco en las manos y es el que dió vida
a la primera Patacabra hace ya casi veinte años. Los acompaña David,
al que una "Ventolera" ha dejado caerle un buen chorizo en las manos.
Después de la cabalgata y de la verbena de la plaza de "las viudas" Palmeras
(Ubrique en verde aún está de luto), al dia siguiente, domingo fin de fiesta...
la bandolera Patacabra se lució en todo su esplendor...
en la plaza de aparcamientos la Verdura. Para el arranque
de su recorrido procesional aún no se considera que sea necesario retirar los coches.
Junto a ella, radiante de satisfacción por la espectación que despierta su invento,
Leandro se deja plasmar para la posteridad con su idea creada.
Recuerda aquellos tiempos en los que eran hasta perseguidos por la policía
pues el entierro de la Patacabra no siempre fue oficial, pero su tesón y
el de su grupo de inseparables amigos lograron que la efeméride
arraigara en la médula del Carnaval de Ubrique.
(¡Y no es pasión de hermano! ¡Je!)
Es hora de una fotito de recuerdo ante ella.
Satisface pensar que nuestra tradición no va a perderse pues...
da gusto ver a las futuras generaciones como van a procesionar con la minipetacabrita,
Allá van por la calle Botica, rezumando entusiasmo, con la ilusión de ser
protagonistas porteadores del testigo carnavalesco.
Y a la zaga, ilusiona ver que hay crios que fabrican su propia petacabrita artesanal...
marchando detrás de la divertida tradición que denota el futuro del fin del carnaval.
Son las siete de la tarde. Todo está preparado. Hay quien se viste de luto riguroso
para llorar con profunda pena el entierro de este Carnaval.
La salida de la plaza de aparcamientos la Verdura por el callejón Janeiro...
es una prueba de habilidad añadida, debido a la estrechez...
pero no hay nada que se interponga ante los fornidos porteadores "petacabreros".
que hacen que la "prota" salga indemne...
alzada y triunfal, en dirección a las llamas de la inmortalidad.
(¡Por cierto, se vendían patillas con forma de petacabras peludas!)
Con redoble de paso de semana santa, intercalado con frenéticos ritmos de Carnaval,
ahora hacia delante y cuando menos se lo esperan, hacia atrás...
la Patacabra marchó hacia su inexorable final. A la pintoresca comitiva se le irían sumando
más personas, con o sin disfraz. Su llegada a la avenida de Epaña es un clamor popular.
Y cerrando el cortejo "fúnebre"...
la protectora autoridad, velando por la integridad y la buena conclusión de una de
las actividades ubriqueñas más transgresivas y pintorescas de los últimos tiempos.
Mientras tronaban los fuegos artificiales, Ubrique en verde se quedó en la plaza
para preparar algunos asuntos del día blanco y verde, relacionados con el tema
de las cien fuentes de nuestra villa. Otro año bajaremos a plasmar la quema en sí.
Las siguientes jornadas al Carnaval pudimos ver como en la plaza del Cristina,
alguien mostraba en exposición, capturas fotográficas realizadas durante su desarrollo.
Por otro lado, hay quien opina que nuestra lúdica fiesta de "febrerillo el loco",
es un mal negocio que no sirve para nada...
¡viva la libertad de expresión!
no obstante, a este buen señor de las fotos, no creemos que puedan decirle eso.
¡Nos vemos en el Carnaval del año que viene, si don Carnal así lo desea!
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Manolo la idea surgió hace 21 años en el Jazztamos cuando salimos como las sirenitas del fondo del Enriaero y siempre, algunos de los sirenitos, me echan una mano, sobre todo para los portes, además Serafín Cordón desde siempre y también Pirri desde más recientemente dirigen (dentro del "caos") la marcha de la patacabra carnavalesca.
ResponderEliminarmuy bonita la petacabra
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