jueves, 10 de mayo de 2012

La sierra de Ubrique. Detalles-1

Dragones de Piedra.



La Sierra de Ubrique es diferente.
 Posee detalles de increibles matices de maravillosos colores.



Cuando el cielo se encapota y amenaza lluvia, la Sierra se prepara para...



recibir el líquido elemento que profundiza hasta sus entrañas...



colándose entre grietas y fisuras.



En ese proceso mágico de la disolución de la caliza...



la Sierra se transforma una y otra vez de manera imperceptible a nuestros ojos,
dejando formas tan homogéneas como variadas al mismo tiempo.



Son ciclos que se han sucedido durante millones de años y sus frutos 
sólo pueden verse observando la sierra en detalle.



Es como si las piedras se disfrazaran de máscara...



 y adoptaran formas de animales fantásticos.



Dragones de piedra vegetarianos...



con las fauces siempre abiertas. Preparadas para pacer...



en sus hermosos y escasos prados; pero que, desde que hay seres humanos, insensibles
o ignorantes (intentemos localizar un barreño de metal entre las piedras),
 a nuestros herbívoros dragones de roca...



se le relían los colmillos entre las "beldades olvidadas" por estos individuos.
O por la "modernidad".



O mueren atragantados por la ingesta de "alimentos no naturales".



Dejándonos al fenecer, únicamente su espíritu etéreo.

¡SALVEMOS A NUESTROS IMAGINARIOS DRAGONES DE PIEDRA!


(Cuando demos un paseo por la Sierra, si podemos, desalojemos algo que no le pertenezca.
Por muy poco que sea, siempre será bueno. Cada vez somos más los que
tenemos la sana costumbre de ir con una bolsa vacía y volver con ella llena;
 por desgracia, aún nos ganan los otros, los cretinos ensuciadores)


(Si quieres ver "Sierra de Ubrique. Detalles II", pincha aquí)




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2 comentarios:

  1. Una vez oí en un película: la montaña no necesita para nada tu basura, mejor llévatela.
    Es una buena reflexión...

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  2. El primer paso es vencer un poco ese "yo no recojo mierda de nadie" y aquellas primeras sensaciones de sentirse estúpido cuando decidías recogerla, pero cuando te vienes con una bolsa de inmundicia ajena, es como si el campo te guiñara complicit... complicid-mente... con complicidad, vamos. "Vuelve cuando quieras", parece oirse

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